Los errores y fracasos del Gobierno de Pedro Sánchez y su pésima gestión, ponen en evidencia el profundo deterioro de la política en España, la baja calidad de la democracia española y la división del país en dos bandos irreconciliables, y de esto último no se ha encargado Vox, se ha encargado don Pedro y su Gobierno, que han convertido España en un gran prostíbulo... La división, por encima de todo es ideológica, pero también es ya económica: están los que desean un Estado fuerte e intervencionista, y los que quieren que el Estado adelgace y deje grandes espacios al ciudadano. Algunos se someten al Gobierno y se reparten el botín de los privilegios y del dinero público, mientras que otros, cada día más marginados y acosados, resisten el avance de la opresión y desean, con fuerza creciente, la regeneración de la nación, y para esta regeneración está Vox, porque las gentes de Vox no entran en el prostíbulo construido por Sánchez. La lucha en España no es ya entre derechas e izquierdas, sino entre paniaguados que adoran a los partidos que conforman el Gobierno y a sus secuaces, y la gente que desea ser libre que milita en lo que llama Vox la resistencia, porque Vox, don Pedro, no entra en el prostíbulo que usted ha construido. No cabe duda que Pedro Sánchez ha realizado enormes esfuerzos para convertir el Estado español en un inmenso prostíbulo, es el campeón de la pandilla de los desalmados. El desprestigio de este Gobierno crece sin cesar, dentro de un hervidero de sospechas de despilfarro, abuso de poder, tendencias totalitarias comunistas, acoso a las libertades y derechos y otras muchas fechorías, y por eso, don Pedro, Vox no quiere entrar en el prostíbulo que usted ha construido. Hubo anteriores presidentes que causaron graves daños a la democracia española expandiendo la corrupción, negociando sin ética ni decencia con los nacionalistas a cambio de votos, potenciando el separatismo, practicando el terrorismo de Estado, corrompiendo la justicia, endeudando al país de manera irresponsable, engordando el Estado hasta hacerlo insostenible, marginando al pueblo, gobernando contra la voluntad de las mayorías y utilizando el dinero público y el mismo Estado como si fueran patrimonio de la clase política. Pero Pedro Sánchez ha llegado más lejos que todos sus antecesores, porque ha traspasado todas las líneas rojas que quedaban en pie. Ha pactado, para gobernar, con los enemigos de España, ha realizado promesas y concesiones a sus amigos que destrozan la igualdad y la justicia, y la peor de todas, ha sembrado de sospechas y recelos la sociedad española, haciendo creer con trucos y malas artes que ganó las últimas Elecciones Generales. No, don Pedro, Vox no quiere eso, y por ello nunca entrará en el prostíbulo que usted ha construido.
Buscar
Más en Opinión
Reflexiones Australes