Creo que el don más grande que poseemos los humanos es nuestra libertad. La libertad, nada ni nadie nos la puede arrebatar; la libertad, es respeto, es diálogo, es comunicación, y no manipulación e imposición, y cada día que pasa estoy más convencido de que el Gobierno de Pedro Sánchez formado por PSOE y SUMAR, y con el apoyo de nacionalismos independentistas, desconocen lo que es la preciada libertad. Ante estos tiempos desoladores y angustiosos de dictadura de izquierdas y de dictadura separatista, los españoles debemos mantener la calma y la prudencia, la verdad y nuestra libertad. Es momento de que las fuerzas conservadoras constitucionales tengan el objetivo fundamental de salir de esta funesta debacle a la que ha llevado al país este Gobierno bolivariano de Pedro Sánchez. Pericles decía: “Si bien sólo algunos pueden dirigir la política, todos tienen capacidad para enjuiciarla”. El pensar y el razonar, en los momentos en que vivimos, ha degenerado en un rancio, estricto y vacío razonamiento de libertad. El pensamiento razonado debe contribuir a extender y fomentar la convivencia, no la crispación y el conflicto político, que es el “modus operandi” de la izquierda española. La libertad de expresión y opinión es lo más grande que tenemos en una democracia, y no podemos consentir en ningún punto de España que, por algunos políticos que sólo quieren mantenerse en el poder, nos coarten la libertad. No entiendo cómo se puede crear un tribunal político para que decidan qué se puede escribir o qué se debe decir en la radio o en la televisión. ¿Esto es democrático? ¿Vamos a sustituir los tribunales de justicia por tribunales políticos? Puede ser, pero es que la justicia tampoco está para tirar cohetes... ¡Sí! La justicia está politizada hasta en conflictos vecinales... ¡Un verdadero espanto!
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