En los dos artículos precedentes dedicados a esta Casta hemos visto su gestación y las Líneas Gaviria y Gómez. Ahora veremos la Línea Vicente Martínez, la más importante de la Casta Jijona, que tuvo su esplendor en la segunda mitad del siglo XIX y de la que aún quedan numerosos vestigios.
En 1797 los hermanos Sánchez Jijón Salcedo vendieron parte de su ganadería a Julián Fuentes “El Indiano”. En 1836 pasará a su hijo “Juan Jose Fuentes” y en 1852 la adquirirá el ganadero colmenareño y el más importante que ha tenido la Casta Jijona: VICENTE MARTÍNEZ, creador de la LÍNEA MARTÍNEZ-JIJONA.
Poco a poco los toros de Martínez se hicieron con un nombre en el panorama taurino de la segunda mitad del siglo XIX, siendo junto a los Veragua, los toros preferidos de las figuras.
En 1894 murió Vicente, heredando la ganadería sus dos hijas: Manuela y Vicenta, anunciando como “Herederos de Vicente Martínez”.
En 1904 compraron el semental “Diano” de “Eduardo Ibarra” (Vistahermosa-Barbero de Utrera) que será el creador de la nueva estirpe y pasará a la historia como uno de los toros más importantes de la cabaña hispana de bravo.
La ganadería sería llevada desde 1907 por Julián y Pedro Fernández Martínez (hijos de Manuela) con grandes éxitos, hasta que en 1925 se dividió en varios lotes.
La parte que correspondió a Julián la dejaremos para el siguiente artículo. De ella saldrá entre otros el Encaste Baltasar Ibán.
La mayor parte de lo de Pedro fue vendida en 1925 a Antonio Pérez-Tabernero Sanchón, que la puso a nombre de su esposa y prima carnal “María Montalvo” Pérez-Tabernero. Como veremos en su momento, Antonio había formado entre 1911 y 1919 un nuevo Encaste (Antonio Pérez de San Fernando), dentro de la Casta Vistahermosa a base de mezclar la sangre Murube, Tamarón y Gamero Cívico.
Las reses Jijona-Martinez se mantuvieron separadas del resto constituyendo la Sublínea Martínez-Montalvo.
Otra parte de la ganadería de Pedro la compró el ganadero salmantino Manuel Arranz Sánchez que constituirá la Sublínea Martínez-Arranz.
Sublínea Martínez-Montalvo
Los Martínez-Montalvo, o sea la ganadería de “MARÍA MONTALVO”, gozaron de gran cartel desde 1926 hasta bien entrados los años sesenta. En 1942 falleció doña María, pasando la piara a su esposo Antonio e hijos (Amelia, Mercedes, Antonio y Juan Mari), que lidiaron como "Herederos de María Montalvo".
Cuando en 1965 falleció el padre, el mayor de los hijos, Antonio Pérez-Tabernero Montalvo (+2016), recibió el hierro de “AP” y la finca de San Fernando. Sus hijos Antonio y Manuel Pérez-Tabernero Angoso continúan con la ganadería principal, “Antonio Pérez de San Fernando”, pero en otra secundaria “Pérez Angoso” (creada en 1942) mantiene algo de sangre jijona.
La hermana mayor, Amelia (+2009) lidió con su nombre “Amelia Pérez-Tabernero Montalvo” y mantuvo su ganadería, mayoría de “Antonio Pérez” y algo “Montalvo” hasta 1985, pasando a Domingo Hernández, que eliminó casi todo el ganado.
En 1992 vende el hierro de “Amelia” a Francisco Medina (“El Ventorrillo”) y este en 2005 a Fidel San Román. Nada queda, por tanto, por esta vía de Martínez-Montalvo-Jijona.
La hermana pequeña, “Mercedes Pérez-Tabernero Montalvo”, pronto eliminó lo de origen Jijona-Martínez, es decir, lo de su madre, dejando solo lo de Antonio Pérez de San Fernando.
En 1982 refresca la ganadería con dos sementales de “Jandilla” y de “Daniel Ruiz” (Juan Pedro Domecq). En 2005 murió Mercedes y son su hijo Guillermo Marín Pérez-Tabernero y su nieto Guillermo Marín Gómez de Liaño, matador de toros, los que llevan la ganadería, que es cruce de Antonio Pérez de San Fernando y Jandilla. Nada queda en ella de Martínez-Montalvo-Jijona.
El hierro de “Herederos de María Montalvo” (mayoría de reses de Martínez y algunas de Antonio Pérez) pasó al hermano menor, Juan Mari Pérez-Tabernero Montalvo, también matador de toros, muerto en 1993, que lidió con su propio nombre. Desde 1984 la ganadería vuelve a llamarse “Montalvo” y la lleva su hijo Juan Ignacio Pérez-Tabernero Sánchez
La ganadería ha sido refrescada en 1979 con reses de “Luis Algarra Polera”, en 1984 de “Jandilla” y en 1994 de “Zalduendo” y “Daniel Ruiz”. Desde 2000 lo Domecq se hace dominante, quedando, no obstante, algo de sangre Jijona-Martínez.
“Montalvo” es la ganadería más notable que queda a los sucesores de Antonio Pérez-Tabernero.
Lo que en ella hay de sangre Jijona es escaso, pero al menos queda como recuerdo de tiempos pasados cuando lo Jijona-Martínez era importante.
Sublínea Martínez-Arranz
Ya dijimos que una parte de la ganadería de Pedro Fernández Martínez la compró en 1925 el ganadero salmantino “MANUEL ARRANZ” que ha sido uno de los grandes ganaderos del siglo XX.
El mismo año de comprar los “martínez”, adquirió dos camadas de vacas de “María Montalvo” a las que cruzó con un semental del “Conde de la Corte” (Parladé-Tamarón).
Al poco añadió un semental de “Graciliano Pérez-Tabernero” (Santa Coloma) y otro de “Antonio Pérez de San Fernando”. El resultado fue una ganadería de aspecto exterior parecida a la de Graciliano, es decir, Santa Coloma, pero con rasgos claros de los otros Encastes y en particular de Martínez-Jijona.
El éxito les llegó a los “arranes” ya en los cuarenta, aunque las figuras los rechazaban por su acometividad, por lo que el ganadero suavizó su ganado y en los sesenta estaban ya entre los preferidos de esas figuras.
En 1967 murió Manuel Arranz y en 1977 compra la ganadería “Ramón Sánchez Recio”, ganadero cordobés hijo de “Ramón Sánchez Rodríguez” que desde 1968 tenía reses “Arranz”.
Desde 1977 las ganaderías de “RAMÓN SÁNCHEZ RODRÍGUEZ” (desde 2005, por muerte de Ramón, a nombre de su hija Engracia Sánchez Recio) y “RAMÓN SÁNCHEZ RECIO” son en realidad una sola, con predominio de Santa Coloma-Graciliano, pero con rasgos de Conde de la Corte, Antonio Pérez de San Fernando y, por lo que aquí nos interesa, de Jijona-Martínez.