Así como en España la Tauromaquia, ha sido declarada Patrimonio cultural español, en Chile, el Rodeo Chileno es considerado desde 1962 como deporte nacional. El caballo de pura raza chilena, también conocido como “corralero”, es mediante el cual se practica el Rodeo Chileno. Su origen está en España, que, por mandato de los Reyes Católicos, el caballo llega a América con el segundo viaje de Cristóbal Colón. La reproducción de esos primeros caballos andaluces, dio origen a un contingente equino utilizado por los distintos conquistadores en sus incursiones en Sudamérica. A Chile los caballos llegaron en 1540 por la conducción del conquistador Pedro de Valdivia. Posteriores envíos de caballos permitieron generar una masa equina de unos 500 ejemplares. Resulta interesante dejar testimonio, que fue el Bachiller Rodrigo González Marmolejo quien más tarde se transformara en el primer Obispo de Chile, quien estableciera el primer “haras chileno”, en las cercanías de Melipilla a unos 60 kilómetros de Santiago, la recién fundada capital de Chile. González Marmolejo, procedente de Constantina-Sevilla, invitó a Chile a su sobrina María, quien llegó procedente de España vía Panamá, con su hijo Antonio, padre del primer Gobernador de Chile nacido en Chile, Diego González Montero. Rodrigo González Marmolejo, enseñó a los indios a utilizar el caballo, tanto para transporte como en la agricultura. Esos caballos a disposición de los guerreros mapuches fueron utilizados por 3 siglos para combatir a los españoles en la defensa de territorios australes. A inicios del siglo XVIII, el caballo chileno se perfila con sus propias características, utilizándose para paseos, viajes o trabajos agrícolas. A fines del siglo XVIII algunos criadores dan vida al registro de la raza de caballo chileno, generando así, la raza con registro puro más antigua del continente americano. En 1946 se forma la actual Federación de Criadores de Caballos de Raza Chilena. Con la introducción de medios de transporte más eficientes y maquinaria agrícola moderna, el caballo de raza chilena pierde gradualmente importancia, pero de manera simultánea se consolida a través del Rodeo Chileno como actor indispensable en el ya popular deporte rural. La Sociedad Nacional de Agricultura de Chile, fundada en 1838, es la encargada de llevar y mantener los registros genealógicos de la raza chilena. El Rodeo Chileno se practica desde Arica a Punta Arenas y su normativa y organización depende la Federación de Rodeo Chileno, entidad fundada en 1961. La máxima justa del Rodeo Chileno se celebra en la Medialuna Monumental de Rancagua, en que cada año se dan cita los clasificados durante el año, en los distintos rodeos clasificatorios con series de potros, caballos y yeguas, además de series libres. La federación está conformada por 53 asociaciones de Rodeo Chileno. Este año se celebrará la versión 75 del Champion de Chile, en el que decenas de miles de amantes del caballo y del campo chileno, se reunirán una vez más a honrar las tradiciones, la bandera chilena y a su majestad “el Caballo de Pura Raza Chilena”. El caballo chileno es resistente, manso y ágil. Sus medidas ideales contemplan una alzada de 142 centímetros los machos y 140 centímetros las hembras. 172 centímetros en el perímetro del tórax y entre 18 y 19 centímetros de caña. Orejas entre pequeñas y medianas y cascos pequeños muy cerrados. Su pecho es amplio, sus extremidades cortas y musculosas. Crines abundantes ondulados y gruesos en la cola. Piel gruesa y doble pelaje, para tolerar el frío. En Chile hay más de 7.000 criadores de caballos de raza chilena. El rodeo propiamente tal consiste en que una pareja de jinetes -collera de huasos chilenos- arrean en caballos de pura raza a un novillo en una medialuna para atajarlo en un espacio predeterminado, generando puntos en función del lugar del cuerpo del animal en donde son atajados. Este ejercicio se realiza 3 veces y cada atajada tiene un máximo de 4 puntos buenos, si la atajada es en la parte posterior del animal. Las colleras que obtienen más puntuación avanzan a una siguiente ronda, hasta llegar al cuarto animal, en donde se define al Champion del rodeo. Adicionalmente el espectáculo contempla el “Movimiento de la Rienda” que consiste en varias pruebas individuales que demuestran la agilidad y velocidad del caballo dentro de la medialuna. Los animalistas progres y mucho ignorante de las tradiciones chilenas, han pretendido eliminar al Rodeo Chileno, por considerar que atenta en contra de los sentimientos y de la sanidad de los caballos y novillos. Todos los intentos han fracasado y cada vez hay más “corraleros” en Chile, quienes defienden y defenderán su actividad sin temores y orgullosos de lo que significa un deporte que atrae a miles y miles de aficionados, solo superado por el fútbol. Como menciona la tonada chilena “el Rodeo” de los Huasos Quincheros” -máximo exponente del folclore chileno: “De las fiestas en los campos chilenos, un rodeo es lo mejor, saliendo pa´los corrales, contento que es un primor. Ahí van los huasos, con su animal, luciendo mantas tan lindas, como las guindas de un gran guindal”.