Reflexiones Australes

Argentina en su punto de inflexión

Javier Milei cumple 6 meses como presidente de Argentina y poco a poco se va consolidando como un líder local e internacional, quien podría lograr lo que parecía imposible. No pocos le asignaban escasas probabilidades de éxito a este provocador, que ha impulsado drásticos cambios en Argentina. La economía sufre, como lo anticipó Milei, pero día a día pasa a ser un país más respetado en el mundo y asoma, aunque aún tímidamente, un futuro promisorio. Los argentinos comunes y corrientes están sufriendo ajustes y obligadamente han debido reducir sus gastos para sobrellevar un período crítico.

Milei consolida apoyos de los Estados Unidos, lo que se expresa no sólo a través del mercado financiero, sino también en cooperación militar. Tras haber adquirido una partida de aviones de guerra a Dinamarca, el portaaviones nuclear USS George W. Washington, se hace presente en el Atlántico sur para operaciones conjuntas con la Armada Argentina. Más de 750 marinos argentinos participaron de las maniobras, en paralelo a la solicitud argentina de ser socios de la OTAN. Los distintos viajes de Milei a los Estados Unidos, para reunirse con multimillonarios y su controvertido paso por Madrid, le han dado un protagonismo mundial impensado hace 1 año atrás. Lo que viene, es una consolidación de políticas públicas con menos Estado y menos parásitos del sistema.

En Argentina se respira optimismo, pero a la vez preocupación, pues hay enemigos internos empeñados en que Milei fracase. El retiro definitivo de la embajadora española en Argentina, es algo que los argentinos comunes no le asignan mayor importancia. Las urgencias son otras y tienen que ver con el control de la inflación, el retorno de los capitales fugados bajo los gobiernos kirchneristas y más inversión extranjera. Argentina es una potencia dormida y Milei con sus provocaciones y exabruptos está logrando despertar a unos ciudadanos, que se acostumbraron a trabajar poco y a exigir mucho. Cada día que pasa juega a favor de Milei,  pues los parásitos pierden fuerza y el país empieza a reaccionar. La guerra aún no está ganada, aunque es un hecho que Milei ganó la primera batalla en las urnas y la segunda en haber logrado permanecer en el poder en un periodo inicial duro, tras haber recibido un país quebrado y corrupto. Lo importante ahora parece ser, que Milei no celebre antes de tiempo, pues tras casi 100 años de decadencia, se requiere de un tiempo largo para que la mayoría de los argentinos entiendan que la corrupción y la “viveza criolla” le hacen mal a su país. Para que Argentina sea respetada, debe dejar en paz a Maradona, resucitar a Borges y lograr que sus extensos campos produzcan y generen más riqueza. La Zamba De Mi Esperanza, del gran Jorge Cafrune, irrumpe con fuerza en las pampas fértiles de esa Argentina bendecida por Dios, pero maltratada por sus habitantes. Milei probablemente sea capaz de lograr el milagro, más el triunfo requiere del concurso de gobernantes y del pueblo argentino, que no tiene una alternativa distinta a la de trabajar más y hablar menos.

Los próximos 6 meses serán decisivos pues, si Milei logra avanzar con sus propuestas, Argentina crecerá rápidamente al haber tenido un punto de partida muy abajo. Milei ha conseguido superar su periodo más difícil y lo que viene será el inicio de una cosecha más acorde con la potencialidad de este gigante sudamericano. Importante destacar que la ONU y sus tentáculos, no han tenido injerencia alguna en la recuperación Argentina, lo que demuestra que es aconsejable que la ONU reduzca su tamaño y no se meta en temas internos de los países. Mientras más pequeño sea el tamaño de la burocracia de los Estados y más pequeña la ONU, se observarán mejores resultados en el mundo. 

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