Alcalá de Henares ha comenzado oficialmente las obras de mejora y adecuación de la Plaza de los Santos Niños, uno de los enclaves más emblemáticos del casco histórico. El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y el Obispado Complutense, cuenta con una inversión de un millón de euros y un plazo estimado de ejecución de once meses.
La alcaldesa Judith Piquet y el obispo Antonio Prieto Lucena presidieron esta mañana el acto simbólico de colocación de una cápsula del tiempo, acompañados por miembros del Gobierno local, entre ellos el concejal de Patrimonio Histórico, Vicente Pérez, y los tenientes de alcalde Isabel Ruiz Maldonado, Víctor Acosta, Cristina Alcañiz y Gustavo Severien.
“Hoy damos el primer paso en el camino hacia la ansiada remodelación de la plaza de los Santos Niños, un espacio urbano único en la historia, el patrimonio y la espiritualidad de nuestra ciudad”, destacó la regidora complutense.
Un proyecto para recuperar el corazón histórico de Alcalá de Henares
El plan de renovación de la Plaza de los Santos Niños forma parte del programa integral de regeneración del Centro Histórico, con el que el Ayuntamiento busca reforzar el valor patrimonial y turístico de la ciudad.
Situada frente a la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor, la plaza es un símbolo histórico y espiritual para vecinos y visitantes. En ella confluyen las principales vías peatonales del casco antiguo y acoge cada año eventos culturales y religiosos de gran relevancia.
Según detalló Piquet, el proyecto “sirve para saldar una deuda pendiente con este espacio tan querido e importante para Alcalá, además de reforzar la colaboración con el Obispado, institución esencial en nuestra ciudad”.
Intervención respetuosa y sostenible
El diseño de la nueva plaza apuesta por una intervención contemporánea pero respetuosa con su esencia histórica. Los pavimentos interiores se renovarán con piedra natural, siguiendo las geometrías empleadas en otras actuaciones recientes, para garantizar la coherencia visual con el resto del casco antiguo.
El proyecto también contempla la mejora de la accesibilidad universal, la eliminación de barreras arquitectónicas y la sustitución del alumbrado por sistemas más eficientes, en línea con los objetivos de sostenibilidad energética del municipio.
Además, se crearán nuevas zonas estanciales y de descanso bajo el arbolado existente, junto con la plantación de nuevos ejemplares vegetales en un parterre de nueva creación, para mejorar el confort climático y el atractivo paisajístico.
La historia bajo los pies: vestigios arqueológicos y nueva señalética
Uno de los aspectos más destacados de la remodelación será la puesta en valor de los hallazgos arqueológicos descubiertos durante las excavaciones de 2022. Entre ellos se documentaron restos murarios de distintas fases históricas de la plaza.
Estas trazas serán reproducidas en el nuevo pavimento mediante pletinas metálicas, integradas visualmente para que vecinos y visitantes puedan comprender la evolución del espacio. La intervención se completará con paneles informativos que explicarán el valor patrimonial del entorno y su relación con la Catedral Magistral.
Una escultura y una cápsula del tiempo para la historia
El proyecto incluye también la instalación de una escultura en bronce del emperador Fernando I de Habsburgo, nacido en Alcalá en 1503. Por otro lado, el astrolabio que actualmente se encuentra en la plaza será trasladado al barrio de La Garena.
Durante el acto inaugural, se enterró una cápsula del tiempo que permanecerá en la zona poniente de la plaza. En su interior se han depositado objetos representativos de la historia complutense:
- Un ejemplar del periódico Puerta Madrid.
- Monedas de curso legal.
- Fragmentos de cerámica romana, visigoda, medieval y moderna.
- Facsímiles de los Fueros Viejo (1235) y Nuevo (1509).
- Una reproducción del título de Ciudad concedido por Carlos II en 1687.
- Un sello de Correos conmemorativo del conjunto urbano Patrimonio de la Humanidad.
- Documentos del Ayuntamiento y el Obispado.
- Una medalla de los Santos Niños y otra de concejal del Consistorio.
Con este gesto simbólico, Alcalá deja constancia de su presente patrimonial para las generaciones futuras, sellando un nuevo capítulo en la historia de la ciudad complutense.