La Comunidad de Madrid mantiene en marcha su plan anual de limpieza y desbroce de los márgenes de las carreteras regionales, una actuación clave para garantizar la seguridad vial y reducir el riesgo de incendios en los meses de mayor sequía. La inversión asciende a 1,5 millones de euros al año, destinados a mantener despejados los más de 2.500 kilómetros de vías de titularidad autonómica.
Los trabajos, coordinados por la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras a través de la Dirección General de Carreteras, se desarrollan en dos fases:
- la primera entre mayo y julio, ya finalizada,
- y la segunda prevista entre septiembre y octubre.
Esta planificación permite adaptar las actuaciones a los periodos de mayor crecimiento de la vegetación y de riesgo de incendios.
La mayor parte del desbroce se ejecuta de manera mecánica, mediante tractores equipados con vehículos de señalización para minimizar el impacto en la circulación. A estas labores se suman repasos manuales con desbrozadoras y la aplicación puntual de herbicidas en zonas de difícil acceso.
Aunque las tareas abarcan el conjunto de la red autonómica, la zona sur y sureste de la región concentra una mayor parte del esfuerzo, debido a las condiciones climáticas que favorecen un crecimiento más rápido de la maleza. Con ello, se busca garantizar una correcta visibilidad para los conductores y evitar la acumulación de vegetación seca que pueda convertirse en combustible en caso de incendio.
Estas intervenciones, que se repiten cada año, forman parte de la estrategia integral del Gobierno regional para mejorar la seguridad vial y la conservación de las carreteras. Además, responden a la creciente preocupación por los episodios de incendios forestales en la península, intensificados en los últimos veranos por las altas temperaturas y la sequía.
La Comunidad de Madrid subraya que estas medidas, aunque menos visibles que otras obras de infraestructuras, son esenciales para mantener las carreteras en condiciones óptimas, reducir riesgos y proteger tanto a los conductores como al entorno natural que rodea las vías.