Impuesto

El impuesto de circulación en Madrid se calculará según las etiquetas ambientales de la DGT a partir de 2026

El Ayuntamiento sustituye el modelo basado en tipo de motor por uno que vincula el pago al nivel real de emisiones para avanzar hacia una movilidad más limpia

Circulación en carretera - 123Rf/thongnakim
photo_camera Circulación en carretera - 123Rf/thongnakim

El Ayuntamiento de Madrid modificará el sistema de cálculo del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) a partir del 1 de enero de 2026, de modo que el tributo se determinará según las etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT) y no por el tipo de motor o carburante, como hasta ahora.

La medida, presentada por la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo, tras la reunión de la Junta de Gobierno, forma parte del proyecto de ordenanzas fiscales de 2026 y tiene como objetivo reducir la contaminación generada por los vehículos de motor.

Se trata de una medida pionera en España que permitirá ajustar mejor el impuesto al nivel real de emisiones de cada vehículo”, ha destacado Hidalgo, quien ha subrayado que el nuevo modelo “refuerza el compromiso de Madrid con la sostenibilidad y la fiscalidad verde”.

Un sistema alineado con la tasa SER

El nuevo método armonizará los criterios del IVTM con los de la tasa SER (Servicio de Estacionamiento Regulado), que ya se calcula en función del distintivo ambiental del vehículo. Así, los coches con etiquetas CERO y ECO pagarán menos, mientras que los vehículos sin etiqueta verán incrementado su recibo.

El sistema incorporará ajustes específicos para los vehículos híbridos enchufables, que tendrán bonificaciones variables según su autonomía eléctrica, estableciendo un umbral de 40 kilómetros como referencia.

Hasta ahora, el impuesto aplicaba reducciones en función del tipo de combustible (gasolina o diésel), un modelo que el Consistorio considera “obsoleto y menos preciso” para reflejar el verdadero impacto ambiental de cada vehículo.

Bonificaciones para grandes flotas menos contaminantes

Otra de las novedades será una bonificación del 50 % en el impuesto para las grandes flotas de vehículos con distintivo CERO, ECO o C, siempre que las empresas renueven anualmente parte de sus unidades por otras menos contaminantes y los vehículos estén matriculados en Madrid.

Esta iniciativa busca frenar la deslocalización fiscal de compañías que operan en la capital pero matriculan sus vehículos en otros municipios con tipos impositivos más bajos.

Un paso más hacia la fiscalidad ambiental

El cambio refuerza la estrategia de fiscalidad ambiental impulsada por el Ayuntamiento, bajo el principio de “quien contamina paga”. Según fuentes municipales, la reforma incentivará la renovación del parque móvil y premiará a los vehículos con menores emisiones, en línea con las políticas de mejora de la calidad del aire.

“Queremos una movilidad más sostenible y justa, en la que quienes más contaminan asuman un mayor esfuerzo fiscal”, ha explicado Hidalgo, destacando que la medida también favorecerá la competitividad de los vehículos eléctricos e híbridos.

El Ayuntamiento prevé aprobar de forma definitiva la modificación antes de final de año, para su entrada en vigor el 1 de enero de 2026, coincidiendo con la aplicación de las nuevas ordenanzas fiscales.