Madrid redobla su apuesta por la economía circular. Con el estreno de los Centros de Reutilización de Residuos (CRR), el Ayuntamiento amplía el servicio municipal ReMAD para dar una segunda vida a muebles, electrodomésticos y enseres voluminosos. Un proyecto que combina sostenibilidad, empleo inclusivo y compromiso ciudadano, y que ya cuenta con más de 16.000 usuarios activos.
Un nuevo destino para los objetos que aún sirven
En el polígono industrial de Villaverde, junto a estanterías repletas de libros y bicicletas recuperadas, un frigorífico espera su segunda oportunidad. Es uno de los primeros electrodomésticos que ha pasado por el Centro de Reutilización de Residuos (CRR) que el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha dentro del servicio ReMAD. El objetivo es claro: evitar que objetos en buen estado acaben en la basura y facilitar que cualquier ciudadano pueda reutilizarlos de forma gratuita.
“Este modelo une sostenibilidad, empleo y compromiso social”, subrayó el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante la visita de este martes a las instalaciones de Villaverde, acompañado por José Antonio Martínez Páramo, concejal de Limpieza y Zonas Verdes, y por el edil de distrito, Orlando Chacón.
Tres centros para muebles y aparatos eléctricos
El Ayuntamiento ha habilitado tres espacios que se integran en la red de puntos limpios fijos:
- Villaverde (calle San Norberto, 44): ya en funcionamiento, con 1.800 m² destinados a recepción, talleres de reparación y exposición.
- San Blas-Canillejas (Camino de Coslada, 18): 1.800 m², abrirá en las próximas semanas.
- Fuencarral-El Pardo (calle Islas Bermudas, 2): 350 m², pensado como espacio de entrega y exposición, también próximo a inaugurarse.
Cada centro contará con zonas de autoreparación, talleres gestionados por empresas de inserción y centros especiales de empleo, y salas de exposición abiertas a la ciudadanía.
Cómo funciona ReMAD
ReMAD nació en 2019 como un servicio digital de intercambio de objetos reutilizables a través de los puntos limpios de la ciudad. El sistema es sencillo:
- El usuario se registra en la plataforma ReMAD.
- Sube una foto y descripción del objeto que quiere donar.
- Lo entrega en alguno de los 16 puntos limpios fijos.
- A cambio, recibe 100 puntos, que podrá usar para retirar otros objetos del catálogo. Cada retirada resta 50 puntos.
Hasta ahora, el catálogo se centraba en artículos pequeños: juguetes, libros, cómics o material deportivo. Con los CRR se amplía a muebles y electrodomésticos, una de las demandas más habituales de los ciudadanos.
Resultados que avalan la iniciativa
- En julio de 2025, ReMAD alcanzó 16.061 usuarios registrados.
- Se han publicado más de 97.000 artículos desde su lanzamiento.
- La tasa de reutilización asciende al 87,6 %, lo que supone 85.681 objetos recuperados.
- Los distritos más activos en aportaciones son Villa de Vallecas, Puente de Vallecas y Hortaleza.
- En usuarios registrados destacan Arganzuela, Chamartín y Hortaleza.
- Entre los objetos más habituales se encuentran juguetes y libros, mientras que las bicicletas lideran las solicitudes.
Más allá de ReMAD: la red de puntos limpios se renueva
El contrato de modernización, en vigor desde diciembre, ha supuesto una inversión de 43,3 millones de euros para cinco años —casi el doble que el periodo anterior—. Entre las mejoras destacan:
- Puntos limpios móviles 24 horas: contenedores de 15 m³ para residuos especiales en mercadillos semanales.
- Puntos limpios móviles tradicionales: permanencia ampliada de 1,5 a 2 horas y aumento de ubicaciones, de 351 a 400.
- Puntos limpios de proximidad: incremento de 70 a 95, un 36 % más.
Un modelo con impacto social y ambiental
La novedad no está solo en la recogida de residuos. Los objetos depositados son revisados y rehabilitados por empresas de inserción y centros especiales de empleo, lo que convierte la iniciativa en una herramienta de integración laboral.
Este modelo refuerza los compromisos marcados por la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados y la estrategia Madrid 360, situando a la capital en línea con otras ciudades europeas que apuestan por la reutilización como eje de la economía circular.
Retos de futuro
Aunque las cifras son positivas, el desafío está en ampliar la participación ciudadana y garantizar que el volumen de objetos recuperados pueda absorberse en los nuevos centros. Además, queda por ver si este modelo podrá extenderse a otros materiales —como textil o material de construcción—, siguiendo el ejemplo de países como Francia o Alemania, donde la reutilización está más implantada.
Lo que está claro es que ReMAD se ha consolidado como un referente: una plataforma gratuita, sencilla y práctica, que permite a los madrileños alargar la vida de sus objetos y reducir residuos.
Conclusión
La ampliación de ReMAD marca un hito en la gestión de residuos en Madrid. Los nuevos centros de reutilización no solo suponen un alivio ambiental, sino que se convierten en espacios de empleo, integración y compromiso ciudadano. Una apuesta por la economía circular que, si logra mantener sus cifras de éxito, puede situar a la capital como modelo nacional en reutilización y sostenibilidad.