Entrevista

Pepe Martín: "La única forma de aprender a gestionar los riesgos e incertidumbres es convivir con ellos"

Pepe Martín, emprendedor, CEO de Minimalism y creador de contenido, comparte con El Diario de Madrid en esta entrevista los aprendizajes detrás de su libro Cosas que me hubiera gustado saber antes de ser autónomo.  
Pepe Martín, emprendedor, CEO de Minimalism y creador de contenido
photo_camera Pepe Martín, emprendedor, CEO de Minimalism y creador de contenido

Desde cómo enfrentarse a los retos fiscales y financieros en España hasta la integración del minimalismo en su vida personal y profesional, Pepe Martín ofrece una perspectiva honesta y práctica para quienes desean emprender y gestionar la incertidumbre de trabajar por cuenta propia. 

¿Qué te inspiró a escribir Cosas que me hubiera gustado saber antes de ser autónomo, y qué reacciones has recibido desde su publicación?

Me inspiró mi propia experiencia como autónomo y los aprendizajes que he acumulado con los años. Quise crear un libro que sirviera como una guía honesta para quienes están pensando en dar este paso, ofreciendo información clara para que puedan tomar una decisión informada sobre si es el momento correcto para emprender o no. Las reacciones han sido muy positivas; muchas personas me han agradecido porque, tras leer el libro, han decidido que no era el momento adecuado para emprender y han evitado errores costosos. Otros se han sentido identificados y motivados al ver que no están solos en sus retos y me han agradecido el hecho de que lo cuente desde mi perspectiva personal y con ejemplos personales.

¿Cómo valoras el impacto de las recientes reformas en las cuotas de autónomos en España? ¿Crees que están afectando de manera significativa a los emprendedores y freelancers?

Las recientes reformas han generado mucha incertidumbre entre los autónomos. Aunque el objetivo de vincular las cuotas a los ingresos parece más justo en teoría, en la práctica está resultando difícil de implementar de manera equitativa. Muchos autónomos con ingresos variables o bajos sienten que estas medidas no reflejan su realidad económica, lo que termina por desincentivar el emprendimiento. Además, estas reformas han incrementado el papeleo y la burocracia, dificultando el día a día de quienes ya tienen una carga administrativa elevada. A esto se suma la falta de información clara o accesible sobre los cambios, lo que genera confusión y errores. Existe una percepción generalizada de que las reformas no vienen acompañadas de un apoyo real en forma de incentivos o formación. Estas dificultades están afectando significativamente a quienes buscan iniciar proyectos pequeños o mantenerse en sectores competitivos.

¿Cuáles son los mayores obstáculos que enfrenta un autónomo en España hoy en día?

Uno de los mayores retos es la incertidumbre económica, que genera inestabilidad y dificulta planificar a medio y largo plazo. Además, el miedo al fracaso sigue siendo un obstáculo cultural importante, ya que en España no está bien visto fallar en un proyecto, lo que desanima a muchos a intentarlo. Otro gran reto es encontrar clientes y fidelizarlos, especialmente en sectores con alta competencia y donde las relaciones a largo plazo son clave. También resulta complicado determinar el precio adecuado para los servicios; muchos autónomos tienden a infravalorar su trabajo por miedo a no ser competitivos o por desconocimiento de cómo calcular sus costes reales. Por último, el correcto entendimiento de la documentación que Hacienda exige es una de las barreras más desafiantes. Las leyes cambian con frecuencia, y la falta de formación en temas fiscales hace que errores comunes se conviertan en sanciones que podrían evitarse con más información accesible y clara.

¿En el libro criticas las elevadas cargas fiscales. ¿Qué cambios propondrías para que ser autónomo sea más sostenible?

En realidad, no critico las cargas fiscales en el libro. De hecho, no hablo de política. Lo único criticable es tener que repercutir el IVA de facturas que no se han cobrado hasta dentro de seis meses, o la dificultad para entender lo que Hacienda exige a autónomos y empresas. Soy muy consciente de que, al estar en España, estas cargas fiscales son parte del sistema. Como todo el mundo sabe, España tiene sus cosas buenas y malas, y yo prefiero pagar mis impuestos y disfrutar de vivir aquí. Por eso no critico estas cargas en sí, sino las dificultades administrativas que podrían simplificarse.

¿Por qué crees que cada vez más jóvenes prefieren opositar en lugar de emprender? ¿Cómo afecta esto al tejido empresarial del país?

Cada vez más jóvenes optan por opositar porque buscan estabilidad y seguridad laboral en un entorno donde el emprendimiento se percibe como arriesgado y poco accesible. Según un estudio reciente, alrededor del 40% de los jóvenes menores de 25 años tiene como objetivo opositar en los próximos años. Esto refleja una tendencia hacia la búsqueda de un futuro más predecible. Comprendo que cada persona tiene su propio entorno personal y profesional, y que priorizar la estabilidad es una elección válida. Sin embargo, esto afecta al tejido empresarial, ya que reduce la innovación, la creación de empleo y el dinamismo económico.

En mi caso, prefiero seguir creando mis propios proyectos y asumiendo riesgos, porque encuentro en el emprendimiento una fuente de realización personal y profesional. Para cambiar esta tendencia, sería necesario proporcionar más formación práctica sobre emprendimiento, simplificar los trámites administrativos y ofrecer incentivos reales para los nuevos proyectos. Sin estas medidas, el ecosistema empresarial español corre el riesgo de volverse demasiado dependiente del sector público y de perder oportunidades de crecimiento.

¿Crees que podría haber medidas concretas que podrían implementar las instituciones para fomentar el emprendimiento en España? ¿Cuáles?

No soy quién para decidir o implementar este tipo de cambios; mi enfoque está en levantarme cada día para hacer crecer mi negocio y vivir lo mejor posible dentro del sistema en el que estoy. No me quejo del sistema, sino que convivo con él y adapto mi trabajo a las condiciones actuales.

Sin embargo, si tuviera que sugerir cambios, propondría simplificar los trámites administrativos para que el proceso de emprender sea menos engorroso, ofrecer información más clara y accesible sobre las obligaciones fiscales, permitir el pago del IVA solo una vez cobrada la factura, y fomentar una cultura que premie el riesgo y facilite las segundas oportunidades para quienes fracasan. Estas medidas podrían ser un gran incentivo para quienes dudan en dar el paso hacia el emprendimiento.

Emprender conlleva riesgos, especialmente en un entorno como el español. ¿Cómo has aprendido a gestionar la incertidumbre y el fracaso como autónomo y CEO?

La única forma de aprender a gestionar los riesgos e incertidumbres es convivir con ellos. En el mismo día todo puede ir perfecto y fatal. Al elegir emprender, abrazas la incertidumbre y aprendes a lidiar con ella constantemente.

Mis trucos son: estar al día con Hacienda, ser transparente con proveedores y clientes, gestionar bien mis expectativas y las de mi equipo, y crecer de forma consciente, evitando comprometer en exceso la deuda de la empresa. La incertidumbre siempre estará presente, pero asumirla como parte del proceso permite enfocarte en lo que puedes controlar y seguir avanzando.

Uno de los retos más comentados en el libro es la gestión financiera. ¿Qué consejos darías a quienes están comenzando su camino como autónomos?

1. Ten un colchón financiero

Este es quizás el consejo más importante. En mi caso, cuando dejé Telefónica, salí con 15.000 euros ahorrados. Pensé que ese dinero sería suficiente para empezar, pero lo gasté demasiado rápido. No entendí hasta después lo crucial que era estirar cada euro. Por eso, mi recomendación es clara: antes de dar el salto, asegúrate de tener un colchón que cubra al menos entre 6 y 12 meses de tus gastos fijos. Esto no solo te dará tranquilidad, sino que te permitirá tomar decisiones con más claridad y menos presión. Y, por supuesto, intenta gastar lo mínimo indispensable mientras encuentras estabilidad.

2. Avanza poco a poco

Si tienes dudas, no te lances de cabeza. Una gran opción es compaginar tu trabajo actual con el desarrollo de tu proyecto. Usa tus fines de semana, tus ratos libres o cualquier momento que puedas dedicarle. Puede parecer agotador, pero es una forma de reducir riesgos y, además, te permitirá validar tu idea mientras sigues teniendo ingresos fijos. Emprender no siempre tiene que ser un salto al vacío; a veces, avanzar despacio es la mejor estrategia.

3. Aprende a poner precio a tu trabajo

Uno de los mayores errores que cometemos al empezar como autónomos es no saber cuánto valen nuestros servicios. Es fácil caer en la trampa de poner precios bajos para captar clientes, pero esto puede acabar siendo contraproducente. Dedica tiempo a entender cuánto cuesta tu trabajo, cuáles son tus gastos, qué valor aportas y cómo defenderlo ante los clientes. Esto último, saber defender tu precio, es casi tan importante como saber cuál es. No subestimes el poder de una buena negociación: es una habilidad que te abrirá muchas puertas y te permitirá mantener un negocio sostenible.

Pepe Martín, emprendedor, CEO de Minimalism y creador de contenido
Pepe Martín, emprendedor, CEO de Minimalism y creador de contenido

Consideras que en España existe una mentalidad suficientemente favorable hacia el emprendimiento? ¿Qué se podría hacer para cambiarla?

En España sí existe una mentalidad emprendedora, aunque a veces pueda parecer lo contrario. Hay más de 3 millones de autónomos, una cifra que, si la ponemos en perspectiva, es similar al número de funcionarios. Esto demuestra que muchas personas optan por crear su propio camino, ya sea por necesidad o por vocación. Sin embargo, la percepción del emprendimiento sigue dependiendo mucho del entorno en el que te muevas.

En algunos círculos, el emprendimiento se ve como una oportunidad para aportar valor, innovar y generar empleo. Pero en otros, todavía está cargado de prejuicios, lo que dificulta que los emprendedores sean vistos con el respeto y el reconocimiento que merecen. Esto puede ser especialmente frustrante porque, al final, las empresas –grandes y pequeñas– son el motor de la economía y generan un impacto positivo en la sociedad, tanto en términos de empleo como de innovación y riqueza.

Cambiar la mentalidad emprendedora en España

Creo que el cambio empieza por la educación y la cultura social. Tenemos que dejar de hablar mal de los empresarios y empresarias como si fueran responsables de todos los males. En lugar de eso, deberíamos enfocarnos en su aportación: crean empleo, asumen riesgos, impulsan sectores y, muchas veces, lideran avances sociales o medioambientales.

También sería positivo normalizar el fracaso como parte del proceso. En otros países, fracasar en un negocio se considera una experiencia de aprendizaje, pero aquí, a menudo, se ve como un estigma. Si conseguimos que esto cambie, más personas se atreverán a intentarlo.

Por último, el entorno cercano juega un papel crucial. Si estás rodeado de personas que ven el emprendimiento como algo positivo, es más fácil dar el paso. Por eso, es importante fomentar redes de apoyo, comunidades emprendedoras y espacios donde se compartan experiencias reales, tanto las buenas como las difíciles.

¿Cómo has integrado los valores del minimalismo en tu forma de gestionar un negocio y en tu vida como autónomo?

Los valores del minimalismo no son algo que "integramos" después de fundar Minimalism, sino que son la base misma sobre la que se construyó la marca y todo lo que hacemos en ella. Desde el inicio, siempre he creído en montar negocios a largo plazo, hacerlos rentables, sostenibles y duraderos, en lugar de perseguir un crecimiento rápido o decisiones impulsivas. Para mí, minimalismo significa enfocarse en lo esencial y hacerlo bien, algo que aplico tanto en mi trabajo como en mi vida personal como autónomo.

En Minimalism, este enfoque está presente en cada decisión que tomamos. Por ejemplo, desde el primer día, tuvimos claro que queríamos producir en fábricas cercanas, específicamente en Portugal, para garantizar la calidad de los productos y su durabilidad. Queríamos crear algo que no solo encajara con nuestros valores, sino que aportara al consumidor piezas de calidad que realmente perduraran en el tiempo. Este compromiso con hacer las cosas bien refleja nuestra mentalidad de largo plazo y nuestra visión de crear algo con propósito.

Además, estos valores también impactan cómo gestionamos el día a día. En el equipo tenemos una fuerte concienciación por actuar con coherencia y tomar decisiones responsables. Cada vez que surge un desafío o una oportunidad, nos preguntamos cuál es la decisión correcta en lugar de optar por lo más fácil o rápido. Esto nos ayuda a mantenernos fieles a nuestro propósito y a transmitir una filosofía de vida sencilla y consciente, tanto dentro como fuera de la marca.

En mi vida como autónomo, este enfoque minimalista también guía mis decisiones. Para mí, significa priorizar lo realmente importante, eliminar lo que no aporta valor y concentrarme en crear proyectos sólidos, con un propósito claro y que crezcan poco a poco, año tras año. En resumen, más que un estilo de negocio o de vida, el minimalismo es el ADN de Minimalism, del equipo y mío propio.

¿Cómo ves el futuro del trabajo autónomo en España? ¿Crees que las condiciones mejorarán o empeorarán en los próximos años?

Creo que el futuro del trabajo autónomo en España se encuentra en una especie de línea divisoria, con dinámicas muy interesantes por ambos lados. Por un lado, vemos muchas estadísticas y opiniones de jóvenes que aspiran a trabajar para el estado, lo cual tiene sentido en un país donde la estabilidad laboral sigue siendo un valor muy buscado. Sin embargo, en mi entorno más cercano, estoy rodeado de personas que están creando proyectos brillantes, impulsando ideas innovadoras y apostando por caminos propios.

Personalmente, prefiero verlo desde una perspectiva positiva, que creo que es algo inherente a quienes somos autónomos. Confío en que el número de autónomos seguirá creciendo, que veremos más puestos de trabajo derivados de estos proyectos y que nacerán iniciativas cada vez más interesantes y ambiciosas.

Sin embargo, soy consciente de los retos que enfrentamos. Las condiciones administrativas, fiscales y de apoyo al trabajo autónomo en España no son las más favorables, y aunque espero que esto mejore, no pongo todas mis expectativas en que vaya a ocurrir pronto. Por eso, mi enfoque está en lo que sí podemos controlar: la calidad de los proyectos que creamos, la comunidad que formamos entre emprendedores y la capacidad de adaptarnos a las circunstancias.

¿Qué mensaje darías a quienes están pensando en emprender pero sienten que las barreras son demasiado altas?

Si lo tienes claro, mi consejo es sencillo: prueba. Date la oportunidad. A veces, las barreras que vemos son más mentales que reales, y no sabrás qué puedes lograr hasta que lo intentes. Yo siempre he defendido esta idea de darme oportunidades porque creo que es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos.

Cuando empecé a hacer páginas web, no tenía certezas de cómo iba a salir, pero me di la oportunidad de empezar a crear. Lo mismo pasó cuando empecé a hacer contenido en YouTube y en el podcast. Al final, no se trataba de tener todas las respuestas, sino de dar el primer paso, de abrir una puerta para explorar y aprender.

Con Minimalism fue igual. Nos dimos la oportunidad de construir un proyecto que nos motivara, que tuviera un propósito claro y que además pudiera generar un impacto positivo en el mundo. Y aquí estamos, años después, demostrando que esas pequeñas oportunidades que te das a ti mismo pueden convertirse en algo mucho más grande.

Así que, si sientes que las barreras son demasiado altas, recuerda esto: emprender no siempre significa tener todo bajo control o asegurado. A veces, simplemente significa decir: Voy a intentarlo. Voy a darme la oportunidad. Y aunque no todo salga perfecto, cada paso que des te acercará un poco más a lo que buscas. Lo único que necesitas es empezar.