Calviño, el INE y los polémicos 42.000 millones: denuncias de manipulación estadística que sacuden la macroeconomía española

La reciente valoración del economista José Ramón Riera ha desatado un intenso debate: acusa a Nadia Calviño, actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones, de haber presionado al INE (Instituto Nacional de Estadística) para inflar artificialmente el Producto Interior Bruto (PIB) en unos 42.000 millones de euros durante su etapa como ministra de Economía.
Nadia Calviño en la presentación de 'Kit Digital' - Foto del Ministerio de Economía
photo_camera Nadia Calviño - Foto del Ministerio de Economía

Las acusaciones, recogidas a raíz de su libro Dos mil días en el Gobierno, ya han generado reacciones políticas, institucionales y mediáticas.

Acusaciones de injerencia al INE

En su intervención, Riera afirma que Calviño admitió haber solicitado cambios metodológicos en el INE para que “los números” económicos reflejaran un crecimiento mayor. Según él, esto habría llevado a múltiples correcciones al alza del PIB que suman esos 42.000 millones. Además, acusa a Calviño de haber forzado la salida del anterior presidente del INE —Juan Manuel Rodríguez Poo— y de influir en su sucesora, Elena Manzanera.

Estas acusaciones no son aisladas. La Asociación de Estadísticos Superiores del Estado (AESE) ha publicado un fuerte reproche: sus miembros acusan a Calviño de “menoscabar la independencia del INE” tras las revelaciones de su libro. 

Por su parte, el Partido Popular Europeo ha elevado la polémica a nivel internacional pidiendo a la Comisión Europea que investigue esta supuesta injerencia. Según los eurodiputados, lo que Calviño describe podría violar el Reglamento (UE) nº 223/2009, que exige autonomía profesional a los organismos estadísticos.

¿Qué dice Calviño en su libro?

En Dos mil días en el Gobierno, Calviño admite que intervino “a nivel técnico” para “mostrar un crecimiento más realista” después de detectar una divergencia entre las estimaciones del INE y otros datos económicos: empleo, recaudación, ventas minoristas…

Su justificación: según ella, el INE subestimaba sistemáticamente la actividad económica tras la pandemia, lo que distorsionaba las decisiones empresariales y de inversión. Pero este reconocimiento ha encendido las alarmas sobre la independencia estadística.

La contrarréplica del INE y su revisión metodológica

Desde el Instituto Nacional de Estadística, la versión es otra. En un comunicado oficial, aseguran que su revisión de las cuentas nacionales en septiembre de 2024 respondió a un procedimiento coordinado en toda la Unión Europea: cada cinco años los institutos estadísticos actualizan fuentes y metodologías para garantizar comparabilidad y calidad. Instituto Nacional de Estadística

Además, según su nota de prensa, la subida del PIB no fue tan brutal como algunos señalan: la revisión al alza del nivel del PIB para 2021 fue de 13.184 millones de euros, según su propio desglose. Instituto Nacional de Estadística

Por último, en el informe de contabilidad nacional 2023 el INE ya reconoce revisiones medias al alza: 0,5 % en términos corrientes y pequeñas variaciones anuales en volumen, lo que apunta a ajustes más técnicos que manipulaciones descaradas. Instituto Nacional de Estadística

Economistas alertan sobre corrupción estadística

El economista Lorenzo Bernaldo de Quirós también ha mostrado su preocupación tras las revelaciones: en declaraciones a esRadio, dijo que la admisión de Calviño “es ilegal según el Código de Buenas Prácticas Estadísticas de la UE” y criticó la supuesta injerencia como “colonización institucional”.

Este contexto refuerza la tesis de Riera: no se trataría de errores puntuales, sino de una práctica sistemática para adaptar los datos oficiales a las necesidades políticas del Gobierno.

Implicaciones políticas y europeas

Las denuncias no han quedado en el ámbito nacional. El PP europeo, con el apoyo de varios eurodiputados, ha pedido una investigación formal por parte de Eurostat para que verifique de forma independiente los datos macroeconómicos de España. Partido Popular

Si se demostrara que hubo manipulación, no solo sería un escándalo político, sino también una vulneración de la normativa europea que exige la autonomía estadística de los institutos nacionales.

¿Qué está en juego?

  • Credibilidad institucional: Si las estadísticas macroeconómicas se tergiversaron, se debilita la confianza en el Estado y sus organismos clave.
  • Repercusión europea: La investigación por parte de la UE podría exponer a España a sanciones o revisiones más estrictas.
  • Impacto económico: Datos inflados pueden distorsionar decisiones de inversión, déficit, deuda y políticas públicas.
  • Responsabilidad política: Exige respuestas claras de Calviño, del INE y del Gobierno sobre quién fue responsable de autorizar los cambios.

 

Las afirmaciones de José Ramón Riera resuenan ahora más allá de Twitter o YouTube: se apoyan en las propias memorias de Nadia Calviño, en documentos oficiales del INE y en denuncias de estadísticos profesionales. El debate sobre la manipulación del PIB se ha convertido en una cuestión de ética estadística, rendición de cuentas institucional y responsabilidad ante Europa. Lo que está en juego no es solo una cifra macroeconómica, sino la credibilidad del Estado de Derecho y la transparencia democrática en España.