España cerró el primer semestre del año con 12.685 estaciones de servicio operativas, según el último censo publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Durante los seis primeros meses de 2025 se incorporaron 54 nuevas gasolineras, en un contexto donde la mayoría de los países de la Unión Europea han frenado su expansión o incluso reducido su red.
En la Comunidad de Madrid, el ritmo de crecimiento es más moderado, pero estable. La región cuenta con 638 estaciones de servicio a cierre de junio de 2025, lo que representa un incremento neto de cinco nuevas gasolineras en lo que va de año. Si se amplía la mirada a la última década, el crecimiento acumulado es de más de un 13%, pasando de las 562 estaciones registradas en 2015 a las actuales 638, según los datos históricos de la CNMC.
Este crecimiento sostenido se enmarca en la transformación del sector, con una clara tendencia al alza del modelo de estaciones desatendidas, también llamadas "low cost", muchas de ellas gestionadas por operadores independientes o nuevas marcas como Plenergy o Petroprix, ambas con presencia creciente en Madrid y otras regiones urbanas.
Madrid, un mercado competitivo y en expansión controlada
A pesar de que el número de nuevas aperturas en Madrid es inferior al de regiones como Andalucía o Castilla y León —donde el crecimiento es más notable por cuestiones de dispersión territorial—, la Comunidad se mantiene como uno de los mercados más densos del país en términos de estaciones por superficie y población.
Además, el parque madrileño refleja el fenómeno de la concentración progresiva en torno a operadores con marca y contratos exclusivos. De las 638 estaciones actuales, un 38,5% son independientes, frente al 43,8% de media nacional. Esta menor proporción responde a la presencia dominante de grandes marcas como Repsol, Cepsa y BP en la región, junto con cadenas emergentes que han ido consolidando su red bajo contratos de suministro.
Tendencias del s1ector: concentración, automatización y nuevas marcas
El informe semestral de la CNMC también destaca un cambio relevante en la estructura del mercado: aunque el 43,8% de las estaciones españolas son independientes, esta cifra ha caído desde el 45,4% de finales de 2024. La razón principal es la integración de la red de Ballenoil en el grupo Cepsa-Moeve, lo que ha supuesto su paso de independiente a operador integrado.
Sin esta operación, la red independiente habría mantenido su tendencia al alza, impulsada por el crecimiento de marcas emergentes que operan sin personal y con precios más competitivos, un modelo especialmente atractivo en núcleos urbanos como Madrid.
En este sentido, Plenergy ha alcanzado ya las 302 estaciones a nivel nacional, y Petroprix suma 169, muchas de ellas en zonas metropolitanas. La automatización, la eficiencia de costes y la tecnología aplicada al pago y control son claves en esta nueva generación de estaciones.
Comparativa histórica: ¿cuántas gasolineras se abren cada año en España y en Madrid?
Según el seguimiento semestral de la CNMC, España ha sumado una media de 80 a 120 estaciones nuevas cada año en la última década, con oscilaciones puntuales debidas a cambios regulatorios, fusiones o crisis económicas. El crecimiento más significativo se dio entre 2014 y 2018, con picos cercanos a las 200 nuevas aperturas anuales.
En Madrid, la media ha sido más contenida, con entre 6 y 12 aperturas anuales, aunque con una clara aceleración desde 2021, cuando se consolidó el modelo desatendido y se incrementó la presión competitiva sobre las estaciones tradicionales.
¿Por qué sigue creciendo la red en España cuando Europa la reduce?
El caso español es una excepción en el contexto europeo. En países como Alemania, Francia o Países Bajos, la red de estaciones se ha contraído en la última década, debido al avance de la electrificación del parque automovilístico, la concentración empresarial y la rentabilidad decreciente de algunas instalaciones rurales.
En cambio, España presenta una geografía diversa, un alto volumen de movilidad por carretera y un parque de vehículos que aún depende en gran medida de combustibles fósiles. Además, el auge de las estaciones sin personal, con costes operativos reducidos, permite que el negocio siga siendo viable en muchas ubicaciones antes no rentables.
El futuro: más competencia y adaptación tecnológica
La evolución del sector en Madrid y el resto de España apunta a una red cada vez más atomizada pero también más eficiente. La incorporación de servicios complementarios, el ajuste de precios y la automatización son claves para la supervivencia en un mercado altamente competitivo.
La Comunidad de Madrid, con una densidad elevada y un consumidor exigente, seguirá siendo terreno fértil para la innovación en el sector de los combustibles, sin descartar el papel que podrán jugar en los próximos años las estaciones multi-energía, que ofrezcan también recarga eléctrica, hidrógeno o biocarburantes.