Voces perdidas, voces olvidadas: homenaje a las mujeres que escribieron a contracorriente de la historia

Coordinado por María Isabel Castro y Roberto J. Martín, el libro reúne 36 biografías de autoras silenciadas desde los siglos XV al XX

Antonio Portillo Casado, Maria Isabel Castro y 
Roberto J. Martín - Foto José Belló Aliaga
photo_camera Antonio Portillo Casado, Maria Isabel Castro y Roberto J. Martín - Foto José Belló Aliaga

La Biblioteca Pública Eugenio Trías, en el corazón del Parque de El Retiro de Madrid, ha sido escenario este fin de semana de la presentación del libro Voces perdidas, voces olvidadas. Ciclo literario para la recuperación de la memoria de escritoras de habla hispana, una obra que aspira a restituir el lugar de decenas de autoras en la historia de la literatura. El acto, coordinado y presentado por el poeta Antonio Portillo Casado, contó con la participación de sus responsables, María Isabel Castro y Roberto J. Martín, impulsores de este ambicioso proyecto de investigación y memoria literaria.

Un ciclo convertido en obra de referencia

Lo que comenzó como un ciclo de charlas y conferencias en Málaga ha cristalizado en una obra colectiva publicada por Ediciones del Genal y promovida por la Promotora Cultural Malagueña. Voces perdidas, voces olvidadas reúne 36 biografías y estudios de autoras hispanohablantes desde el siglo XV hasta el primer cuarto del XX. Entre las más reconocidas, destacan nombres como Teresa de Jesús, Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán o Carmen Conde. Otras, sin embargo, permanecían hasta ahora en un profundo anonimato a pesar de su incuestionable valor literario y cultural.

El volumen, estructurado en cinco capítulos cronológicos, arroja luz sobre figuras femeninas que, a pesar de las restricciones sociales, políticas y religiosas de su época, lograron formarse, escribir y, en muchos casos, publicar sus obras. Algunas lo hicieron bajo seudónimo, otras desde conventos, y muchas gracias al apoyo de sus familias. Pero todas comparten una constante: la lucha contra la invisibilización de su legado.

El testimonio de una injusticia histórica

Durante su intervención, Antonio Portillo Casado destacó el carácter pionero y necesario del libro, que calificó como “un estudio serio y accesible” que revela “la dimensión de la penumbra en la que moraban estas escritoras”. A través de sus páginas, el lector se enfrenta a la injusticia histórica del olvido al que han sido condenadas muchas mujeres por el simple hecho de querer ser autoras en un entorno patriarcal.

“Nos han ocultado la existencia de un importantísimo grupo de seres humanos”, afirmó el poeta, “cuya obra debería ser referente en las aulas y en la sociedad”. Portillo insistió en que, aunque se ha avanzado hacia una mayor igualdad, la recuperación del pensamiento femenino literario sigue siendo una tarea pendiente.

Una historia matrilineal de la literatura

La obra no solo visibiliza los logros individuales de cada escritora, sino que propone una relectura de la historia literaria desde una perspectiva matrilineal, en la que el legado de estas mujeres se entrelaza para construir una narrativa alternativa, hasta ahora excluida del canon oficial.

Los textos incluidos en el libro han sido elaborados por filólogos, historiadores e investigadores como Rocío Biedma, Antonio García Velasco, Ricardo Hernández Diosdado, Herminia Luque Ortiz, Francisco Mateos Muñoz, José Sarria Cuevas o el propio Antonio Portillo, entre otros. La edición ha cuidado especialmente tanto la calidad de los ensayos como la imagen visual, con una portada atractiva y material gráfico que refuerza la recuperación de estas figuras históricas.

Los coordinadores: pasión por la memoria literaria

María Isabel Castro, matrona de profesión y escritora por vocación, ha centrado su labor investigadora en la visibilidad de las autoras olvidadas, labor que continuará con un nuevo estudio en torno a las mujeres literatas de la Generación del 98. Por su parte, Roberto J. Martín, poeta y gestor cultural con una extensa trayectoria en el ámbito poético hispanoamericano, ha coordinado y promovido múltiples encuentros poéticos y colabora activamente con emisoras y revistas culturales de México, Argentina y España.

Ambos han impulsado este trabajo con el objetivo común de abrir un espacio de reconocimiento a voces silenciadas que, como señaló el propio Portillo, "trazaron caminos literarios paralelos al oficial, con la misma o mayor calidad, pero sin la misma visibilidad".

Recuperar la memoria para transformar el presente

En tiempos de revisión crítica del canon y de búsqueda activa por la equidad de género en todos los ámbitos culturales, Voces perdidas, voces olvidadas se posiciona como una herramienta de referencia para docentes, estudiantes, investigadores y amantes de la literatura. Una obra que no solo rescata el pasado, sino que contribuye activamente a construir un futuro más justo en el que todas las voces, sin distinción de género, sean escuchadas y reconocidas.