Con un presupuesto cercano a los 28.000 euros, los trabajos de conservación se centran en la escultura de bronce, el pedestal de piedra caliza y la base de granito, elementos que han sufrido el desgaste provocado por el paso del tiempo y las condiciones atmosféricas.
La restauración, que concluirá en la primera quincena de septiembre, forma parte de las acciones de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano para proteger el patrimonio artístico madrileño.
Restauración de un símbolo cultural de Madrid
La intervención contempla una limpieza en seco y húmeda de la escultura, eliminación de posibles oxidaciones y aplicación de barnices protectores siguiendo los estándares del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Por su parte, el pedestal y la base recibirán tratamientos específicos para eliminar colonizaciones biológicas, reparación de juntas y aplicación de productos hidrófugos que asegurarán su conservación a largo plazo.
Durante las obras, el área permanecerá protegida con una lona mimética que muestra imágenes del monumento para minimizar el impacto visual.
Este monumento, obra del escultor Aniceto Marinas y del arquitecto Vicente Lampérez y Romea, fue inaugurado en 1899 frente al Museo del Prado para rendir homenaje a uno de los grandes maestros de la pintura universal, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez. Su emplazamiento y diseño han convertido a esta obra en un símbolo cultural de la ciudad, testimonio del valor histórico y artístico que Madrid protege y promueve.