El talento joven se impone en El Ático con LKC, Talía Garrido y Javi Mota como protagonistas

Anoche, El Ático abrió sus puertas con la energía del flow urbano, el pulso lírico y la calidez del pop-rock.
El Ático de David Enguita - Foto: Sirya Arias
photo_camera El Ático de David Enguita - Foto: Sirya Arias

“Bienvenidos al Ático, prepárense para viajar por los ritmos que marcan nuestra generación”, arrancó David Enguita desde Canal 33 y Radio Intercontinental, recitando unos versos que anticipaban una velada en la que la música sería más que sonido: sería testigo de historias y reflexiones.

Lucas “LKC”

Lucas “LKC” fue el primero de los invitados con su himno “Tierra de Campeones”, una carta de presentación que nació de su regreso a Argentina tras años viviendo en España. “Volví a sentir la vibra de mi país y todo fluyó en el estudio”, confesó, y relató cómo grabó el demo en una nota de voz mientras conducía hacia el aeropuerto. Habló de sus orígenes en el freestyle —“mis raíces emanan del rap improvisado”— y de su orgullo bilingüe, y celebró la chispa creativa surgida de encontrarse con Prize en un estudio porteño apenas una hora antes de su vuelo: “Salió un temazo de pura intuición”. Y en el momento más íntimo, al Teléfono de los Recuerdos, imaginó llamar a su madre en Buenos Aires para agradecerle el apoyo que le llevó de las calles porteñas a los estudios de Madrid. Al abrir la Caja Creativa, bautizó su sonido como “electrotrap” y cerró con un microverso: “Agarré un avión, volé a la pasión, LKC resonó, ¡wow!”.

Talía Garrido

A continuación, Talía Garrido presentó “Amor Veneno”, un single donde su sólida formación en zarzuela se funde con arreglos veraniegos y tropicales. “Quise que la armonía ligera subrayara la intensidad de una relación tóxica”, explicó mientras compartía una anécdota sobre el videoclip rodado en un spa de Madrid. Tras recordar su paso por Operación Triunfo 2017, la soprano habló de su dualidad creativa: “Compongo desde los 7 años, y no me encasillo: a veces canto lírico, otras pop contemporáneo, y siempre busco la libertad”. En la Caja Traviesa, Talía descartó la idea de un fracaso profesional: “Cada error enseña, pero fracasar me parece un término demasiado duro para lo que vivimos: aquí aprendemos a cada paso”. Cerró su intervención con un mensaje al futuro: “Sé quién quieras ser sin que nada ni nadie te cambie”.

Finalmente, Javi Mota presentó “La Llave”, un pop-rock íntimo que invita a vivir el presente. “Si tuviéramos la llave del pasado o del futuro, olvidaríamos lo más valioso: el ahora”, reflexionó el veterano de musicales, que anunció su mudanza temporal a México para un nuevo proyecto con Nacho Cano. Entre risas, contó cómo a veces llega a improvisar letras en directo —“nadie lo nota y forma parte del show”— y describió su videoclip como un homenaje a sus raíces granadinas. 

El Ático de ayer no solo dejó música, sino conexiones reales: vibras porteñas, melodías tóxicas convertidas en himno y llaves que abren al ahora.