El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado una reforma de los baremos de acceso a las ayudas económicas destinadas a mujeres víctimas de violencia de género, con el fin de ampliar su cobertura y mejorar la integración de las beneficiarias tras su salida de centros residenciales de atención.
Estas ayudas directas de pago único, financiadas con fondos exclusivamente autonómicos, oscilan entre 2.400 y 4.800 euros, dependiendo de las circunstancias personales de cada solicitante. La medida forma parte del compromiso del Ejecutivo regional por facilitar la autonomía personal, social y económica de estas mujeres en situación de vulnerabilidad.
Nuevos criterios de acceso: unidad familiar y discapacidad
Como principal novedad, el cálculo de las ayudas incluirá el número de miembros de la unidad familiar, de modo que aquellas mujeres con más hijos o personas a su cargo puedan acceder a mayores cuantías. También se valorará si la solicitante o alguna persona de su entorno presenta algún tipo de discapacidad, así como el nivel de ingresos de la unidad familiar.
Para poder optar a estas ayudas, será necesario haber finalizado o estar en proceso de terminar la estancia en un recurso residencial de la red pública y haber completado un Plan de Intervención Individual diseñado por profesionales especializados.
Dos décadas de atención integral a mujeres víctimas
Desde la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia de Género en la Comunidad de Madrid hace 20 años, la región ha desplegado una amplia red de dispositivos residenciales y no residenciales, que incluye:
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324 plazas de atención residencial entre recursos de emergencia, acogida, pisos tutelados y centros para mujeres, hijos y personas a su cargo.
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Servicios de atención no residenciales, como programas de recuperación psicológica y social, centros de día especializados, orientación jurídica, unidad de adolescentes, terapia asistida con perros, y 56 puntos municipales de atención.
La mejora de estas ayudas refuerza el modelo integral de atención y respaldo a las mujeres supervivientes de violencia, adaptándose a realidades familiares diversas y fortaleciendo la intervención social desde un enfoque centrado en la dignidad, la autonomía y la inclusión.
