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El Gobierno contraprograma la declaración de Cerdán con un acto de Sánchez y Guterres en Sevilla

Pedro Sánchez abrirá la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo el mismo día en que Santos Cerdán declare como investigado ante el Supremo por el ‘caso Koldo’

Pedro Sánchez durante su comparecencia el pasado jueves en la sede de Ferraz | Foto de PSOE
photo_camera Pedro Sánchez durante su comparecencia el pasado jueves en la sede de Ferraz | Foto de PSOE

El Gobierno de España busca virar el foco informativo este lunes con la presencia del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, junto al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en la inauguración de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4) en Sevilla, coincidiendo en hora con la declaración judicial del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ante el Tribunal Supremo, como investigado en la trama de corrupción del ‘caso Koldo’.

Desde Moncloa aseguran que el evento en Sevilla lleva más de un año de preparación y subrayan su relevancia internacional, con la participación de miles de delegados y jefes de Estado y de Gobierno. La cumbre, que se celebrará hasta el jueves, aspira a convertirse en un referente global en la movilización de financiación para el desarrollo sostenible, con la presentación de la Plataforma de Acción de Sevilla (SPA) como hoja de ruta de cooperación y alianzas multilaterales.

Cerdán declara ante el Supremo por corrupción

Mientras tanto, a primera hora del lunes, Santos Cerdán deberá responder ante el juez Leopoldo Puente del Tribunal Supremo, tras ser señalado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como presunto socio de la empresa Servinabar, beneficiaria de contratos públicos sospechosos. El informe sostiene que Cerdán habría participado en una trama de cobro de comisiones ilegales junto al exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García, en lo que ya se conoce como ‘caso Delorme’ o ‘caso Koldo’.

La comparecencia judicial del exdirigente socialista ha despertado una gran atención mediática. No obstante, su intento de retransmitir en directo su declaración fue rechazado por el juez, que esgrimió el carácter reservado de las diligencias según la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Sánchez evita pronunciarse y se refugia en la agenda internacional

Tras días de silencio institucional, el Ejecutivo opta por centrar su estrategia de comunicación en el acto de Sevilla. Pedro Sánchez, que esta semana ha estado presente en las cumbres de la OTAN en La Haya y del Consejo Europeo en Bruselas, participará ahora en la apertura oficial del FFD4, acompañado de Guterres. Desde el Gobierno reiteran su “confianza plena en la justicia” y su compromiso con la transparencia, al tiempo que evitan valorar públicamente la situación de Cerdán.

Fuentes de Moncloa sostienen que el Gobierno está centrado en "seguir trabajando" y que no habrá “choque de agendas” ni reacciones políticas inmediatas desde la cumbre al proceso judicial en curso.

Un foro global para impulsar la Agenda 2030

La FFD4, promovida por Naciones Unidas, abordará nuevas vías de financiación para el desarrollo sostenible, atrayendo tanto capital público como inversión privada. Además del foro político, se celebrará un encuentro empresarial de alto nivel, con la asistencia de CEOs y representantes institucionales de organizaciones como Renfe, ONCE, Correos o AENA.

Previo al inicio oficial, el fin de semana ha acogido reuniones de la sociedad civil para debatir el papel de las ONG y colectivos ciudadanos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Contrastes entre lo institucional y lo judicial

El acto en Sevilla se interpreta en clave política como un intento del Gobierno por marcar distancias mediáticas respecto a la investigación judicial que afecta directamente a la antigua cúpula socialista. La coincidencia horaria entre ambos eventos es inevitablemente percibida como una estrategia de contraprogramación, aunque desde el Ejecutivo se insista en que no se pretende opacar la acción judicial.

Este doble foco de atención —internacional en Sevilla y judicial en Madrid— plantea un difícil equilibrio para el Gobierno, que intenta mantener su imagen institucional en plena tormenta política por las revelaciones del caso Koldo y sus ramificaciones dentro del PSOE.