Antonio Giraldo, concejal socialista encargado de Urbanismo, ha criticado el reciente anuncio del Plan Reside en Madrid, calificándolo como «un cachondeo» debido a la falta de avances concretos en la regulación del hospedaje turístico, que lleva más de un año en promesas y anuncios sin resultados tangibles. Giraldo señala que, aunque se ha presentado como un plan para proteger el ámbito residencial, considera que el proyecto en realidad incentiva la transformación de edificios completos en viviendas de uso turístico durante quince años, lo que, a su juicio, afecta negativamente a los residentes de los barrios y beneficia a los especuladores inmobiliarios.
Según Giraldo, el plan permite que edificios completos se dediquen a usos turísticos, especialmente en zonas centrales como el Área de Planeamiento 1, que abarca el centro histórico, incentivando que se conviertan en alojamientos turísticos. Al mismo tiempo, critica que el plan deja sin regulación suficiente a los barrios más periféricos, quedando estos fuera de las protecciones o limitaciones necesarias. Esto, sostiene, pone en riesgo la cohesión social de las zonas residenciales y la permanencia de los vecinos en sus barrios.
Giraldo propone, en cambio, una «regulación total y absoluta» de las viviendas turísticas, especialmente en las áreas donde su impacto es mayor. El concejal también subraya que la eficacia de cualquier regulación depende de una disciplina urbanística activa, con sanciones y clausuras de viviendas ilegales, algo que considera esencial para que las normativas tengan impacto real en la vida de los residentes.
La crítica subraya una vez más la postura socialista frente a la estrategia del Partido Popular, a la que acusa de implementar regulaciones superficiales que, en lugar de proteger a los vecinos, consolidan el negocio de la vivienda turística en beneficio de intereses especulativos.