Cursos de Verano Complutense

Optimismo tecnológico y alarma ética: los Cursos de Verano Complutense evidencian la gran paradoja española

España presume de liderazgo en inteligencia artificial, mientras expertos denuncian la irrelevancia geopolítica europea y alertan de una “ruina moral” global

Inteligencia Artificial - Foto de 123RF/peshkova
photo_camera Inteligencia Artificial - Foto de 123RF/peshkova

La segunda semana de la 38ª edición de los Cursos de Verano Complutense ha revelado un intenso contraste entre el optimismo de España frente a la revolución tecnológica y la profunda preocupación por la deriva moral y política de Europa. Las intervenciones del ministro de Transformación Digital, Óscar López Águeda, y del ex Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, marcaron una jornada final cargada de simbolismo, con más de 1.100 asistentes entre estudiantes, expertos y figuras institucionales.

España llega “a tiempo” a la revolución de la IA

En el curso IA y tecnología al servicio del empleo, el ministro López defendió con firmeza que España no solo no ha quedado rezagada, sino que lidera a nivel europeo varios frentes tecnológicos clave. Según sus cifras, medio millón de empleos nuevos vinculados a la tecnología se han creado en los últimos tres años, y más de dos millones de personas han sido formadas en competencias digitales gracias al Plan Nacional de Capacidades Digitales.

López destacó que España es el único país europeo con una Carta de Derechos Digitales y presumió del modelo lingüístico nacional de IA, denominado “ALIA”, que busca entrenar la inteligencia artificial en español, con referencias culturales y literarias como Cervantes o Borges. No obstante, advirtió que el desarrollo digital implica retos energéticos importantes: “Un centro de datos de tamaño medio consume lo mismo que una ciudad de 100.000 habitantes”.

Borrell: “Europa no pinta nada en el mundo actual”

El tono triunfalista fue matizado duramente por el veterano diplomático Josep Borrell, quien, durante el curso Aportaciones de España a la Unión Europea, trazó un panorama sombrío del papel actual de Europa. “Estamos ante una Europa en ruina moral”, afirmó tajante, señalando la pasividad de las instituciones comunitarias ante la tragedia humanitaria en Gaza, donde acusó a Israel de utilizar “el hambre como arma de guerra” con una “clara voluntad genocida”.

Borrell denunció la doble moral de Occidente: “Cuando Putin fue acusado por la Corte Penal Internacional, aplaudimos; cuando el criminal es Netanyahu, miramos hacia otro lado”. Además, criticó la irrelevancia internacional de Europa, a la que calificó como “un protectorado militar estadounidense”. En su análisis, apuntó a cuatro grandes retos para la supervivencia del proyecto europeo: tecnología, seguridad, demografía y credibilidad.

Mirada interior: desigualdades, paz y polarización

Más allá del plano internacional, la jornada también abordó retos estructurales internos. El ministro de Agricultura, Luis Planas, celebró el peso del sector agroalimentario español —cuarta potencia de la UE— gracias a la PAC, pero denunció la creciente polarización política y el “ataque personal como forma de hacer política”, aludiendo al presunto espionaje contra la familia del presidente del Gobierno.

El curso sobre los Derechos de los ciudadanos en la Constitución Española puso sobre la mesa el debate sobre la responsabilidad de los cargos públicos, con especial atención a la reforma del acceso a la carrera judicial, una medida que provocó la huelga más larga en la historia del colectivo. A su vez, desde el curso Masculinidad, cuidados y cultura de paz, la secretaria Bakea Alonso subrayó la necesidad de construir “discursos que den esperanza sin culpabilizar a los jóvenes” en un mundo donde persisten 56 conflictos armados activos.

Diálogo, pensamiento y crítica en clave Complutense

Bajo el cartel oficial del escultor Jaume Plensa, los Cursos de Verano Complutense han reafirmado su papel como termómetro intelectual de nuestro tiempo. Más allá de las estadísticas y diagnósticos, lo que destaca es su capacidad de generar diálogo crítico y transversal entre ciencia, política, cultura y ciudadanía.

Con el apoyo de Caixabank como patrocinador global y la colaboración de más de un centenar de entidades, el evento se consolida como un espacio de reflexión privilegiado que continuará activo hasta el 25 de julio, posicionando a San Lorenzo de El Escorial como epicentro del pensamiento contemporáneo en verano.

La paradoja, en definitiva, ha quedado servida: un país que lidera en IA, pero forma parte de un continente en crisis ética y política. Una dualidad que define, más que ninguna otra, los desafíos del presente.