El Consejo de Gobierno aprueba el decreto que regula su composición y funciones, y convierte el Centro de Innovación Digital en un espacio de referencia tecnológica.
Nuevo impulso a la digitalización en la Comunidad de Madrid
La Comunidad de Madrid ha dado un paso decisivo en su estrategia de modernización tecnológica con la aprobación, este miércoles, del decreto que refuerza el papel del Consejo Asesor de Transformación Digital, un órgano concebido para fomentar la colaboración público-privada en materia de innovación.
El acuerdo, aprobado por el Consejo de Gobierno, regula la composición y el funcionamiento del organismo, al que se le atribuyen funciones de asesoramiento y apoyo directo a la Consejería de Digitalización.
Según el texto, el Consejo Asesor estará integrado por más de 110 entidades, entre empresas de distintos sectores, asociaciones profesionales, centros educativos y académicos, consolidándose como un foro de referencia para la cooperación entre la administración y el tejido productivo madrileño.
Un órgano colegiado con mandatos de cuatro años
El nuevo decreto establece el procedimiento de nombramiento del presidente y de los miembros del Consejo, cuyos mandatos tendrán una duración de cuatro años, con posibilidad de renovación por un periodo similar.
Además, se regulan las normas internas de funcionamiento, orientadas a mejorar la eficacia, la coordinación y la operatividad del organismo.
Entre sus principales cometidos, el Consejo Asesor se encargará de orientar al sector público y al privado en la implantación de proyectos tecnológicos y en el desarrollo de infraestructuras clave para la transformación digital de la región. También elaborará informes y estudios no vinculantes que sirvan de referencia en la toma de decisiones estratégicas sobre innovación y digitalización.
El Centro de Innovación Digital, nuevo espacio de referencia
El decreto aprobado incluye también una redefinición del papel del Centro de Innovación Digital de la Comunidad de Madrid, situado en la calle Embajadores, 181, que deja de tener carácter meramente consultivo para convertirse en un espacio de referencia tecnológica.
Su misión principal será impulsar la transformación digital dentro de la Administración regional y fomentar la participación de todos los actores implicados en proyectos de innovación, desde el sector privado hasta el académico.
Aunque no contará con personalidad jurídica ni estructura orgánica propia, el centro se alineará con modelos de éxito implantados a nivel nacional e internacional, consolidando a Madrid como uno de los polos tecnológicos más avanzados del país.