La inteligencia artificial se ha integrado de manera profunda en nuestra vida diaria, facilitando tareas y mejorando la eficiencia en múltiples ámbitos. Pero la cortesía con la IA también pasa por el contador. Cada interacción, aunque parezca trivial, suma en el consumo total de energía.
Expresiones de cortesía como "por favor" y "gracias" no solo reflejan buenos modales, sino que también impactan en el funcionamiento de los sistemas de IA. Cada solicitud procesada requiere energía para ser ejecutada, y la proliferación de estos gestos, aunque sutil, incrementa el gasto energético global de las plataformas tecnológicas.
Además, la demanda creciente de interfaces más humanas y empáticas implica un desarrollo continuo de modelos de lenguaje más complejos, que consumen más recursos computacionales. Este incremento en la complejidad de los modelos se traduce en una mayor utilización de centros de datos, elevando así la huella de carbono asociada a la IA.
Por lo tanto, vamos a tener que poner en cuestión ser amable, por consideraciones de eficiencia energética. Fomentar un uso responsable y consciente de la tecnología puede contribuir a minimizar el impacto ambiental sin sacrificar la calidad de la comunicación.

Sam Altman bromeó en X con que los “por favor” y “gracias” que millones de usuarios añaden a ChatGPT suponen “decenas de millones de dólares en electricidad” para OpenAI.
Las mediciones más recientes sitúan el consumo medio de un prompt de ChatGPT-4o en ≈ 0,3 Wh—diez veces menos que las primeras estimaciones de 2023.
En términos prácticos: un único mensaje “educado” añade solo unas centésimas de Wh, pero cuando lo repiten billones de veces, la factura escala rápidamente.
Motor del coche encendido en parado: litros, vatios y CO₂
Mantener el motor de un vehículo encendido mientras está parado es una práctica común pero altamente ineficiente. Un turismo medio consume 0,2-0,5 gal/h (0,75-1,9 L/h) cuando está al ralentí.
Este hábito no solo desperdicia combustible, sino que también incrementa las emisiones de gases contaminantes. Un coche promedio consume entre 0,75 y 1,9 litros de gasolina por hora en ralentí, dependiendo del modelo y las condiciones.
Eso significa que 2 minutos con el motor encendido queman 0,025-0,063 L de gasolina, energía equivalente a 225-562 Wh (1 L ≈ 8,9 kWh).
Cara a cara energético
Ahora vamos a ver que es un gesto parecido al usar la IA en “parado”.

*Dividiendo la energía del ralentí entre 0,3 Wh/prompt.
Lectura rápida: lo que consumes dejando el coche parado dos minutos equivale, según el rango, a enviar entre 750 y casi 2 000 consultas completas a ChatGPT.
Los euros cambian de bolsillo
En varios países europeos, mantener el motor de un vehículo encendido mientras está parado está regulado y sujeto a sanciones. En España, por ejemplo, el artículo 10 de la Ley de Tráfico prohíbe el ralentí innecesario, imponiendo multas para quienes no respeten esta normativa con el fin de proteger el medio ambiente.
Países como Alemania e Italia también han implementado regulaciones estrictas para controlar el tiempo que los vehículos permanecen en ralentí. En Alemania, las sanciones buscan reducir las emisiones nocivas y fomentar hábitos de conducción más sostenibles, mientras que en Italia las multas son aún más severas para camiones equipados con sistemas de aire acondicionado, que suelen consumir más combustible en ralentí.

En la IA la “multa” no llega al usuario, sino a la compañía eléctrica de OpenAI—pero termina reflejada en el coste operativo de los servicios que todos usamos.
Claves para reducir tu huella
Los especialistas nos apuntan unas claves para reducir esa huella:
- Agrupa tus ideas antes de pulsar “Enviar”: menos consultas, menos vatios.
- Apaga el motor siempre que vayas a estar parado más de 30 s (un sencillo encendido consume menos que ese ralentí).
- Recurre al Start-Stop y a los modos “eco” del vehículo —o, mejor aún, al transporte público o la bici en trayectos cortos.
- Exige transparencia energética a los servicios digitales: igual que miramos la etiqueta de un electrodoméstico, empecemos a fijarnos en la de los modelos de IA.
La buena educación digital cuesta vatios; la mala educación al volante, vatios y dinero. Un simple “gracias” en tu prompt apenas mueve la aguja, pero multiplicado por la población mundial supera con creces el impacto de mantener miles de motores encendidos a la puerta del colegio. La próxima vez que esperes a alguien en el coche, recuerda: apagar el motor ahorra tanto CO₂ como borrar cientos de mensajes redundantes a la IA… y además evita que la “futura multa” te llegue a ti.