La delegada de Obras, Paloma García Romero, anuncia el inicio de las obras tras el verano, en el marco de un plan integral de revitalización del casco histórico de Barajas. La remodelación de la plaza de Pajarones, ya en su recta final, ha supuesto una inversión de 672.000 euros.
El Ayuntamiento de Madrid comenzará después del verano las obras de peatonalización de la plaza Mayor de Barajas y su entorno, una intervención destinada a realzar el valor patrimonial de este espacio declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y a aumentar notablemente las zonas verdes y estanciales para el disfrute de vecinos y visitantes.
Así lo ha confirmado la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, durante su visita a las obras de remodelación de la plaza de Pajarones, acompañada por el concejal del distrito de Barajas, Juan Peña. La actuación forma parte de una estrategia de mejora integral del casco histórico de Barajas, que ya avanza en su segunda fase.
Una transformación para priorizar al peatón y conservar el patrimonio
La delegada ha señalado que los técnicos municipales ultiman ya la redacción del proyecto, que busca recuperar el protagonismo ciudadano del espacio, mejorar la movilidad peatonal, y conservar y potenciar el valor arquitectónico y cultural de la plaza. El objetivo, ha dicho, es convertir este emblemático enclave en un punto de encuentro peatonal, accesible y sostenible.
Este proyecto será la tercera fase de un plan iniciado en el pasado mandato con el cierre de la ronda perimetral a través de la calle Ayerbe, lo que ha permitido reducir la circulación en las estrechas vías del casco antiguo y facilitar la creación de nuevos espacios verdes y áreas para peatones.
La plaza de Pajarones, ejemplo de recuperación urbana
Durante su visita, García Romero también ha supervisado el avance de las obras en la plaza de Pajarones, que ya se encuentran en su recta final y estarán concluidas antes del verano. La intervención, que cuenta con un presupuesto de 672.000 euros, ha transformado una antigua isleta de tráfico en una plaza peatonal, accesible y multifuncional.
El nuevo diseño incluye una zona estancial central delimitada por trazos curvos que distribuyen el espacio en zonas de paso, parterres con nuevos árboles y casi 2.000 arbustos, y tramos de plataforma única conectando con las calles Saturno y Trópico. Además, se han empleado pavimentos drenantes y se instalará alumbrado LED de alta eficiencia energética.
La plaza incorporará también mobiliario urbano renovado, como bancos-jardinera de granito, mesas de juego, una fuente y una zona biosaludable para personas mayores equipada con bancos de pedales y aparatos de ejercicio para brazos y hombros.
Más accesibilidad y mejor conexión con el transporte público
Para potenciar la funcionalidad del espacio, se ha reordenado el tráfico con cambios en las calles Alahurín y Arroyomolinos y la creación de un nuevo giro hacia la avenida de Logroño. Además, se ha intervenido en accesibilidad: se ha ampliado el paso de peatones cercano a la avenida y se ha eliminado una barrera arquitectónica en la calle Playa de Riazor, mejorando el acceso a las paradas de autobús.
Una de las mejoras clave es la reubicación de la parada de autobuses interurbanos, que ahora estará más cerca del intercambiador con la estación de metro, facilitando el tránsito entre ambos medios de transporte en un distrito con un alto volumen de movilidad.