El último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de julio sitúa al PSOE como primera fuerza política en estimación de voto, con un 27 %, frente al 26,5 % del Partido Popular (PP). Se trata del primer sondeo publicado tras el estallido del ‘caso Cerdán’, que ha supuesto el ingreso en prisión del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y ha marcado el clima político de los últimos días.
A pesar del fuerte desgaste provocado por el escándalo, que ha hecho que el PSOE pierda 7,3 puntos respecto al barómetro anterior, los socialistas se mantienen por delante del PP, cuyo retroceso, aunque más moderado, también es significativo: 0,8 puntos menos que en junio. Estos datos evidencian un reparto del desencanto ciudadano que no beneficia especialmente al principal partido de la oposición.
Quien sí consigue sacar rédito político del contexto actual es Vox, que asciende con fuerza y se consolida como tercera fuerza política, alcanzando una estimación de voto del 18,9 %, lo que supone un crecimiento de 5,7 puntos en solo un mes. El auge de la formación liderada por Santiago Abascal refleja un trasvase de apoyos en el bloque de la derecha, mientras el bipartidismo se estanca.
Por su parte, Sumar también mejora su posición, subiendo 0,8 puntos y situándose en el 7,8 % de estimación de voto. Podemos se mantiene en cifras modestas, con un leve repunte de dos décimas, hasta el 4,4 %. Otro actor emergente, Se Acabó la Fiesta (SALF), marca una estimación del 1,7 %, ligeramente por encima de los datos del mes anterior.
El sondeo, elaborado a partir de 4.018 entrevistas telefónicas realizadas entre el 1 y el 7 de julio, capta plenamente el efecto del escándalo político que ha salpicado a la cúpula del PSOE. Sin embargo, la pérdida de apoyos no se ha traducido en una ventaja clara para el PP, lo que evidencia la volatilidad del electorado y el posible desgaste de todas las fuerzas tradicionales ante un clima de desafección política creciente.
El CIS deja así una fotografía de empate técnico entre PSOE y PP, con un margen mínimo que podría decantarse fácilmente en un escenario electoral. Entretanto, el avance de Vox refuerza el bloque de la derecha, mientras que los partidos progresistas minoritarios, como Sumar y Podemos, mantienen su presencia aunque sin despegar con fuerza.
En un contexto de inestabilidad y crisis de confianza, los próximos movimientos de los partidos serán determinantes para definir el rumbo político en España, especialmente de cara a unas hipotéticas elecciones anticipadas o ante los futuros comicios autonómicos y locales.