El escándalo del supuesto complot para atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cruzado fronteras y ha llegado a los principales medios internacionales. El prestigioso diario británico The Times ha publicado esta semana un artículo en el que acusa directamente al Gobierno de España de lanzar una acusación falsa contra un agente de la Guardia Civil, vinculado a la Unidad Central Operativa (UCO), que supuestamente habría expresado su deseo de colocar una bomba lapa bajo el coche oficial del presidente.
La publicación del medio británico se produce tras la difusión en España de una noticia falsa originada en el diario El Plural, basada en unos mensajes de WhatsApp atribuidos al capitán Juan Vicente Bonilla, exmiembro de la UCO y actual responsable de seguridad del Servicio Madrileño de Salud. Según la versión inicial, Bonilla habría fantaseado con la colocación de un artefacto explosivo o incluso con contratar a un sicario venezolano para asesinar a Sánchez. Sin embargo, la información fue rápidamente desmentida por diversos medios, entre ellos RTVE y laSexta, que rectificaron su contenido al conocerse el contexto real de la conversación.
The Times denuncia que la acusación fue sostenida por tres ministros del Gobierno español: Pilar Alegría, María Jesús Montero y Óscar López, quienes, pese a la rectificación mediática, no han retirado sus declaraciones públicas. El diario destaca que estas afirmaciones se produjeron precisamente cuando la UCO estaba llevando a cabo investigaciones por presunta corrupción que implican a personas del círculo íntimo del presidente, incluyendo a su esposa Begoña Gómez, su hermano David Sánchez y el exministro José Luis Ábalos.
Además del escándalo inicial, el rotativo británico ahonda en lo que denomina una campaña de desprestigio desde el entorno socialista contra la UCO, señalando que se han hecho públicos audios comprometedores que revelarían intentos de obtener información incriminatoria contra esta unidad policial. En este contexto, The Times señala a Leire Díez, exasesora socialista, como la figura clave en estos movimientos, a la que apodan “the plumber” (“la fontanera”) por su rol en las maniobras de presión y chantaje.
En su reportaje, el medio británico no escatima en críticas y afirma que el Ejecutivo español ha tratado de utilizar una información manipulada para desviar la atención pública de las investigaciones judiciales que afectan directamente al presidente del Gobierno. Una estrategia que, según la publicación, pone en cuestión la credibilidad institucional y el respeto a la independencia judicial y policial.
El impacto de este caso no se ha limitado a The Times. Otros medios internacionales como The Telegraph también han dedicado editoriales muy críticos al Gobierno de Sánchez, llegando a calificarlo de “pesadilla socialista española”, en referencia a los apagones, el desempleo y los escándalos de corrupción que afectan al Ejecutivo.
La crisis de credibilidad ha generado consecuencias políticas internas. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha convocado una manifestación de protesta para este fin de semana, mientras algunas voces del propio PSOE, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, han exigido una investigación penal por la difusión del bulo.
Asimismo, el artículo de The Times alerta sobre los posibles cambios legislativos que permitirían al Gobierno reducir la autonomía operativa de la UCO, transfiriendo su dependencia exclusiva a la Fiscalía. Una propuesta que ha provocado fuerte controversia al considerarse un intento de controlar las investigaciones en curso.
En este contexto, incluso desde el Gobierno de coalición comienzan a surgir posturas disidentes. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se ha desmarcado del relato oficial y ha defendido públicamente el trabajo de la UCO, calificando de “gravísimos” los audios que involucran a cargos socialistas en presiones a fiscales y agentes.
La internacionalización del escándalo de la "bomba lapa" marca un nuevo capítulo en la ya tensa relación entre el Gobierno de Pedro Sánchez y los cuerpos de seguridad del Estado, abriendo un frente de consecuencias imprevisibles tanto en el ámbito nacional como en el exterior. Mientras tanto, la opinión pública y la prensa extranjera siguen de cerca el desarrollo de una crisis que pone en entredicho la transparencia institucional y la separación de poderes en España.