Mercadillo

El mercadillo de Majadahonda se convierte en fenómeno nacional e internacional gracias a las redes sociales

Cada semana, miles de personas acuden al conocido “mercadillo de las calletanas”, atraídos por sus productos únicos, su ambiente y su cuidada organización, como detalla el periodista Gabriel González en un vídeo viral en YouTube

Mercadillo de Majadahonda
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Majadahonda, una localidad de poco más de 70.000 habitantes al noroeste de Madrid, se ha posicionado como epicentro del comercio ambulante en España gracias a su mercadillo semanal, que congrega a más de 7.000 visitantes los sábados y entre 3.000 y 4.000 los martes, incluso en temporada estival. La clave de este éxito no reside solo en la variedad y calidad de sus más de 150 puestos, sino también en su capacidad para reinventarse como espacio de ocio intergeneracional y escaparate de tendencias, como relata el periodista Gabriel González en su reportaje publicado en YouTube, que ha contribuido significativamente a viralizar este fenómeno.

Conocido popularmente como el “mercadillo de las calletanas”, este enclave ha logrado captar la atención de visitantes de toda España e incluso del extranjero, con personas que viajan desde Barcelona, Portugal, Canarias, Francia o Italia para vivir en primera persona una experiencia que va más allá de las compras.

En palabras de Ana Camíns, concejal de desarrollo económico y comercial del Ayuntamiento de Majadahonda, “los comerciantes arriesgan cada semana con productos que marcan tendencia y se presentan como si fueran tiendas del centro urbano”. Esa cuidada presentación, unida a un trato cercano y personalizado, como encargos de bolsos con iniciales o ramos a medida, ha generado una fidelización única: hay clientas que llevan más de 30 años comprando en los mismos puestos.

El éxito del mercadillo ha impactado directamente en la economía local. Fernando de Frutos, presidente del Círculo de Empresarios y Comerciantes de Majadahonda, señala que en los días de mercadillo la facturación de los bares y comercios se multiplica por tres o incluso por cuatro. “Un sábado podemos pasar de ingresar 900 euros a más de 3.000”, explica desde su propia taberna situada en la Gran Vía.

Otro de los factores esenciales es la presencia digital. Muchos de los vendedores están activos en redes sociales, lo que ha dado lugar a un efecto llamada masivo, amplificado por influencers, como destaca Gabriel González. Según el técnico municipal de comercio, Javier, algunos comerciantes incluso viajan a Tailandia, India o Italia para traer productos exclusivos, lo que convierte a este mercado en una referencia en moda, artesanía y alimentación.

La seguridad también ha sido prioritaria. El Ayuntamiento ha adaptado los accesos para garantizar la entrada de ambulancias a cualquier punto del recinto, contando con la presencia del Servicio de Emergencias (SERMAC) en cada jornada de mercado para prevenir golpes de calor o incidentes menores.

Pero más allá del consumo, este mercadillo se ha transformado en una actividad social y cultural. “Aquí se viene como quien va al cine o a cenar”, señala González. Familias enteras, grupos de amigas o compañeros de trabajo acuden no solo a comprar, sino a pasar el día, desayunar, tapear y disfrutar de la animación del centro urbano.

A diferencia de otros municipios que han desplazado sus mercadillos fuera del núcleo urbano, Majadahonda ha apostado por mantenerlo en el corazón de la ciudad, lo que según comerciantes y autoridades, ha sido clave para su éxito.

Gabriel González cierra su reportaje con una conclusión clara: “Este mercadillo es ya una marca reconocida y un modelo de comercio local que desafía el auge de las tiendas online”. La combinación de tradición, innovación, comunidad y visibilidad digital ha hecho de Majadahonda un caso de estudio en dinamización comercial y un referente para toda España.