La prudencia es un escalón de la sabiduría y una virtud NO muy en boga actualmente entre determinados políticos.
La prudencia trata de evitar riesgos innecesarios y equivocaciones con indeseadas consecuencias. Pero la sensatez, la moderación y el buen juicio brillan por su ausencia en quienes deberían hacer gala de los mismos.
Por ejemplo y sin ir más lejos Pedro Sánchez vuelve a la carga de los sin sentidos, penetrando mas y mas en el proceloso espacio de la oscuridad mental (tal vez por lo que ha subido y sube la luz) y desde su ley Begoña, mejor dicho su ley Pichona, hasta su pretensión de anteponer la “seguridad climática” a la de “reforzar arsenales” que pide el presidente Trump, se ha erigido por su cuenta y riesgo como el opositor mundial al electo mandatario americano declarándose en un tedioso y cansino discurso, como partidario de “desplegar una política exterior ambiciosa y eficaz” que al parecer no es la asumida por América. Y añade, que “En ningún manual está escrito que la paz y la seguridad se conquisten reforzando arsenales”
O sea, que les den a los cercanos a Trump, negacionistas del cambio climático provocado por los humanos, porque la opción Sanchista es anteponer el ¿bienestar? del planeta antes que el gasto en Defensa.
¿Qué hay un problema bélico?, de nada sirven las armas ¿verdad don Pedro?, lo que vale es la palabra como decía Gila… Oiga, ¿es el enemigo?, pues que no disparen, mejor que vengan a merendar a casa, o que apunten a EEUU.
La realidad es que el “puto amo” no puede permitir el hecho de haber sido ninguneado ¡No lo soporta! y sirva como ejemplo el presunto desprecio&ignorancia a los damnificados de Valencia porque desde la desesperación le abuchearon y tiraron un palo de escoba a su coche blindado último modelo, “poniendo en peligro su maravillosa existencia” ¡Que cosas más verosímiles!
Pues en esa línea vengativa tipo El Zorro uno de los primeros héroes de ficción de la cultura moderna creado en 1919 por Johnston McCulley, ahora Zeus, perdón, Júpiter, ¡huy no!, perdón de nuevo, Numero Uno, siente terribles picores porque no ha sido invitado a la investidura de Trunp en tanto Meloni, Milei y Abascal, sobre todo Abascal, si lo han sido.
En el fondo tienen algo en común, Pedro Sanchez y Donald Trump, su persistencia, su no rendirse para seguir aferrados al poder. Ambos han renacido de sus cenizas de la destitución en sus Partidos, se han enrocado y han vuelto a ocupar sendas presidencias.
Pero hay grandes diferencias, grandes distancias entre ellos: Trump ha conseguido una mayoría aplastante y pedro esta rampante. Pedro aborrece a los millonarios (salvo a los nuevos ricos de y por y en su Partido) y Trump les adora.
A Pedro le encantan las confrontaciones, las prohibiciones y a Trump el ejercicio de la libertad y devolver la época dorada a sus congéneres. Para Trump lo primero es América y para Sánchez lo primero es El, El y después El. En su mente se encuentran en ebullición ideas como “No me ha invitado, ¡Se va a enterar! Yo Pedro el grande soy El Zorro y tu Donald no dejas de ser un pato.
Así que ni te presento a Margarita Robles, que tiene mucho que ver con Defensa y es de tu edad y muy mona, ni te invito a ninguno de los actos gloriosos que he preparado por la muerte de Franco, así que te fastidias ¿ves?, donde las dan, las toman.
No, la prudencia no está en boga, ni muchísimo menos.