Una de las labores principales de un comunicador es buscar siempre la ruta de la información veraz. Muchas veces inclusive por encima de las preferencias ideológicas o políticas de turno. La llegada del Presidente Trump ha traído un tsunami de medidas destinadas a sanear el estado, cosa que como residente de este país celebro, pero como profesional veo cosas que no me gustan y mi deber es alertar al lector.
Particularmente difiero con este gobierno, inicialmente con el manejo de cierta parte de su política migratoria, específicamente la que tiene que ver con la acusación realizada por algunos altos miembros del departamento de seguridad nacional e inmigración contra mis congéneres venezolanos, cuando de manera irresponsable generalizaron al decir que todos los venezolanos eran asesinos cosa que no es cierta ya que dentro de 1.200.000 venezolanos que viven en los Estados Unidos más de un 50% ya cuenta con todo su historial migratorio al día e inclusive muchos de ellos con familias interrelacionadas con ciudadanos de este país. Aunque la secretaria de Homeland Security pasado unos días rectificó su postura diciendo lo que yo comentaba en las líneas anteriores, la disposición de las diversas agencias del gobierno encargadas de inmigración es someter arbitrariamente a los ciudadanos prescindiendo del principio básico humano de la inocencia, utilizando el método de atrapar y encerrar primero y después verificar si la persona cuenta con todo su paquete migratorio al día.
Imaginamos que con el tiempo esta situación va a tender a mejorar en el sentido de que en las agencias se establecerán procedimientos de verificación adecuados inclusive para las nuevas personas que deseen establecerse en este país.
Por otro lado preocupa enormemente una situación que vive específicamente el departamento de control del estado creado recientemente por el presidente Trump y que dirige el millonario Elon Musk, porque recientemente ha tomado directa participación en el cierre y la intervención de una serie de departamentos y agencias federales qué según archivos y registros públicos durante la pasada administración tuvieron casos abiertos contra las empresas del Musk, inclusive algunos de ellos que todavía no han tenido solución en las cortes de los Estados Unidos.
Esto puede sentar un precedente peligroso sobre todo en el sentido de que la comunidad internacional y sobre todo los propios votantes del presidente Trump consideren que esta línea muy por encima del hecho de ser beneficiosa para el país, no sea más que un ejercicio de venganza ante la serie de causas abiertas, lo que al final traería un remedio mucho peor que la enfermedad.
Estamos viviendo una coyuntura en el mundo en donde se necesita el regreso a la cordura pero por sobre todas las cosas a la transparencia política y mi llamado a este nuevo gobierno, el cual deseo que triunfe rotundamente para el beneficio de los ciudadanos y además, tomando en cuenta la injerencia y el papel en la geopolítica mundial que juega la nación americana, permita que los grandes conflictos del mundo se solucionen y podamos entrar en una etapa deseada de paz y prosperidad mundial.
Reza un famoso dicho que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones por lo que deseo enormemente que este no sea el caso y que esa transparencia solicitada permita que el nuevo gobierno de los Estados Unidos vaya por mejores derroteros.