Hay veces que al despertarnos bruscamente nos sentimos confusos. Y yo me pregunto: ¿Por qué los seres humanos estamos dormidos? ¿Qué es lo que está pasando? No se reacciona ante nada: desequilibrios mundiales, abusos, hambre…». «No sé», me dije, «siento que estamos sometidos, siento que pasamos por esta vida aletargados, subordinados, sumisos y dependientes». Es como si en el aire flotara la anestesia que nos tiene a todos adormecidos, a excepción de los más hábiles que lo producen; y ellos sí, ellos sí se protegen.
Esta anestesia la respiramos en el aire e inculcan a través de subliminales mensajes que diariamente recibimos ya redirigidos. Vivimos tiempos difíciles, tiempos muy especiales por lo que es nuestro deber usar la sensatez.
Todos, absolutamente todos, tenemos las herramientas para fortificarnos y lograr vencer la apatía, la falta de ilusión y cualquier otra actitud y pensamiento negativo. Debemos creer en nosotros mismos, ser conscientes de nuestra gran fuerza, planificar y visualizar nuestros proyectos con la mente ya que tenemos un gran poder en nuestro interior a la espera de ser descubierto; una energía pura y viva que se auto-regenera cada segundo de nuestra vida.
Somos máquinas autopoiéticas, capaces de reproducirnos y mantenernos por nosotros mismos y fueron ellos, los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela quienes en 1973 utilizaron este neologismo para definir la química de auto-mantenimiento, auto-renovación o auto-producción de las células vivas.
Paremos, reflexionemos y preguntemos: ¿qué podemos hacer? Y seguramente obtendremos una respuesta de nuestra silenciosa mente «Parad, pensad y sacadme partido. Tenéis en vuestro poder un verdadero mecanismo perfecto; pero, aún, para muchos es desconocido. Quizás lo más fácil para vosotros sea seguir viviendo en el lecho de los resignados, de los rendidos, sin querer ver la realidad, sin luchar por vuestros ideales, por vuestro respeto, por vuestra dignidad, por vosotros mismos. Vivís en un mundo cansado, sin ilusiones, falto de utopías y de ideales. Deberíais cultivar una mente sabia, abierta, activa, firme, con fuerza y convicción e independiente. Esto os haría mucho más inteligentes, sabios, con determinación, y exentos de toda manipulación».
Aprendamos y escuchemos a nuestra silenciosa mente y observemos a nuestro alrededor.
La basura planetaria, entre otras cosas, es el reflejo de nosotros mismos, y por lo tanto una herramienta para conocer la realidad en la que vivimos, cómo somos y cómo nos comportamos.
Regenerémonos haciendo un brindis al sol por todas las oportunidades que la vida nos ofrece cada instante.