El sentido de mis letras...

«Los Secretos»... Alma, lluvia, lágrimas, noches y corazón

Hace poco recibí un regalo inesperado que a cualquier amante de Los Secretos le llenaría el alma, a mí me llenó el alma, el corazón: mis emociones se dispararon, y mi inteligencia musical, mezclada con puro sentimiento, me transportaron al 13 de abril del presente año 2024 cuando asistí con Eva, mi mujer, a ver a Los Secretos en el Palacio de Congresos de Zaragoza... El regalo fue el libro (¡benditos libros!) Siempre hay un precio de Álvaro Urquijo, líder desde hace años de la banda madrileña. Álvaro Urquijo hace constantes referencias a la expresión Aquellos comienzos..., y sí, sólo me he leído la introducción del libro, y la razón es que me va a doler acabar un libro que atisbo precioso y que me va a hacer llorar, de nostalgia melancólica y de felicidad... ¡Querré más y más! Ustedes, lectores de El Diario de Madrid... ¿Saben lo que desprenden Los Secretos? Los Secretos son el alma nostálgica y profunda de la música, son la letra convertida en sentimiento, son el corazón de la clave de sol en toda una expresión llena de amor. El malogrado Enrique Urquijo siempre quería Volver a ser un niño, y es que Enrique siempre será la profundidad de la combinación de la música y de ese interior tan maravilloso que poseemos muchos seres humanos.

De izquierda a derecha posando Jesús Redondo, Juanjo Ramos, Álvaro Urquijo, Ramón Arroyo y Santi Fernández (LOS SECRETOS) - Foto Web Oficial de LOS SECRETOS
De izquierda a derecha posando Jesús Redondo, Juanjo Ramos, Álvaro Urquijo, Ramón Arroyo y Santi Fernández (LOS SECRETOS) - Foto Web Oficial de LOS SECRETOS

Decía Enrique en una de sus letras: “con la inocencia tan graciosa, que cambia el nombre de las cosas, con ese brillo que te quita el frío, cuando las noches son lluviosas”..., pues bien, cuando oigo esa frase de Enrique Urquijo, ahora en boca de su hermano Álvaro, se me eriza la piel y mi corazón aumenta sus latidos de una forma que ni yo mismo puedo describir. Sí, apreciados lectores, escuchen esa canción una noche de lluvia, ya que recordarán, llorarán, sonreirán y palpitarán. Dice Álvaro Urquijo que la canción más preciosa que escribió y compuso su hermano Enrique fue Pero a tu lado... ¡Puede ser!..., y  es que eso de “ayúdame y te habré ayudado, que hoy he soñado en otra vida, en otro mundo, pero a tu lado”, eso es pura poesía, es verso interpretado en miradas transparentes, es letra convertida en una auténtica amalgama de emociones que surgen del rincón más bonito del corazón, en definitiva, son pupilas hermosas. ¡Y qué decir de los actuales componentes del grupo!... Juanjo Ramos es un verdadero bajista, Santi Fernández es un pedazo de músico que siempre ha querido ser batería, Jesús Redondo es alma personificada en sus teclados, Ramón Arroyo es el maestro de maestros con sus incontables guitarras,  y Álvaro Urquijo... ¡Ay, Álvaro! ¡Qué grande eres! Tú has escrito y compuesto la mejor canción de la historia de la música... ¡Sí! Esa que se titula Lágrimas sin nombre y que dice así : “mi amor se fue, una tarde gris de invierno, detrás de ti, lágrimas sin nombre...” ¡Álvaro! ¡Nunca os marchéis de la música! ¡Jamás me abandonéis! Y queridos lectores de El Diario de Madrid, no olviden escuchar en una noche lluviosa eso de: “con la inocencia tan graciosa, que cambia el nombre de las cosas, con ese brillo que te quita el frío, cuando las noches son lluviosas”... ¡Un abrazo, lectores! ¡Un abrazo, Álvaro Urquijo! ¡Un abrazo, Los Secretos! ¡Un abrazo Eva! ... Y ¡Enrique! ¡Gracias eternas por tu música, tus letras! ¡Gracias por hacerme amar la música hecha poesía y por amar los lugares más recónditos de la profundidad de la música y del corazón!