Qué cuajo tiene el Gobierno, qué cachaza, ni un atisbo de rubor muestra tras ver entrar en la trena a su colega Cerdán. Las cotas de cinismo rozan lo imposible. La vicepresidenta Montero, luego de saber que su amigo -por el que ponía la mano en el fuego- ingresa en prisión, declara que: “Es un asunto de una persona que no tiene nada que ver con el PSOE”. El jefe de la organización criminal; es decir, Pedro Sánchez, se descuelga diciendo: “Ahora es momento de la justicia”.
A ver si es verdad, y la justicia los va poniendo a todos en su sitio. Sánchez es un presidente al mando de un balaguero de delincuentes. La cuestión es, ¿qué ha de suceder para que asuma responsabilidades políticas? Es notable su equidistancia con la ética, él lo fía todo a la vía judicial, a que no le explote en las manos un caso de financiación ilegal o cosa parecida. Aun así, tendría varios pretextos guardados en su mesa de maquillajes y embustes.
Santos Cerdán pasa su primer día en la cárcel mientras, su otrora amiga íntima, la Montero, lo considera un asunto ajeno al partido. Claro, nadie sabe nada, nadie en el ejecutivo lo veía venir, son un hato de tontolabas sin información, víctimas de la persecución política que la fachosfera ha emprendido contra el Gobierno del progreso. El Gobierno bonito, ¿lo recuerdan? Qué mal llevan los años los progres, la fealdad llega en oleadas de corrupción, ningún maquillaje es suficiente para disimular que son lo que son, una organización criminal bajo el mando de míster Vanidad, un tipo obsesionado con el poder al que le importa una higa el porvenir de España y los españoles.
El ex secretario de Organización del PSOE no habrá dormido esta noche el sueño de los justos, sino el de los corruptos. El autodenominado “arquitecto de los gobiernos progresistas” ya descansa en la prisión de Soto del Real. El juez Leopoldo Puente, instructor del caso Koldo, así lo ha decidido. La trama de corrupción socialista parece no tener límites. Deriva de la mujer del presidente al Fiscal General del Estado; del hermanísimo a los secretarios de organización, un suma y sigue imparable que acabará descabezando al líder de tanta delincuencia ejercida desde el Gobierno. Por de pronto, las encuestas pronostican una caída abrupta del PSOE. La ventaja de los populares de celebrarse en estos días los comicios sería de 41 escaños.
Cerdán es el primero, pero hay unos cuantos más que acabarán en prisión. La desvergüenza del sanchismo no debe prevalecer sobre la moral. El cinismo nauseabundo de la señora Montero y el resto de fanáticos metidos a ministros no debe prevalecer sobre la cordura de quienes obran con bondad. Resulta una paradoja que Santos Cerdán pasará a vivir en el Módulo de Educación y Respeto de la prisión de Soto. Privilegio carcelario de un tipo sin escrúpulos que ha utilizado su cargo en el Gobierno para llevárselo crudo. Ningún respeto ha mostrado, como tampoco los otros componentes de la banda del Peugeot. Parece evidente que ese coche, a pesar de la pachorra cósmica de sus conmilitones, va directo al infierno político, donde terminarán abrasados.