La mirada de Ulisas

Ojalá cese la violencia y veamos a los secuestrados regresar a sus hogares

LA MIRADA DE ULISAS nuevamente en desvelo esperando la respuesta de Hamás sobre “la posible” y esperada entrega de los secuestrados. No cerré los ojos en toda la noche, pero lo más grave fue escuchar mis tripas chillar sin cesar. Era como oír en mis tímpanos el aullido de los lobos feroces en la oscuridad. Todo resonaba en el dolor y la angustia: el malestar que ha vivido el mundo debido a ese ataque feroz del 7 de octubre propiciado por un grupo terrorista, que algunos pocos quieren ver como un grupo de resistencia, sabiendo que no es la realidad. 

Hamás está conformado por células de terror, tal el cáncer que ataca a sus hermanas sanas para destruirlas. Y no tiene límites en la manifestación de su barbarie como lo demostró este fatídico 7 de octubre en Israel con actos que no pueden recibir el perdón ni del diablo, por haber sobrepasado toda lógica del mal. La crueldad que se desplegó en un concierto por la paz y la unión demuestra que para Hamás la palabra PAZ no existe, ni siquiera con sus nacionales que han sido víctimas directas de esta guerra. En vez de recibir protección de sus gobernantes, Hamás los exponen como carne de cañón porque así ganan su guerra sucia, aumentando víctimas que consideran sus héroes ya que la muerte para su filosofía de guerra es la consigna. Y resulta la mejor manera de buscar aliados a su causa al propiciar discursos como: pobrecitos los niños, las mujeres y los ancianos de Gaza que mueren bajo los ataques israelíes. Se sabe que toda guerra engendra el horror, por ello hay que evitarlas. En el caso del 7 de octubre la retaliación debía ser una respuesta más que autorizada por la defensa de un país, sea el que sea. 

Y me pregunto ¿por qué? En Gaza esas personas indefensas o inocentes consideradas “blancos de guerra” no reciben ninguna protección de sus propios dirigentes. Y entendí, desde mi mirada de luz, que para esos dictadores es más importante acumularlos como víctimas para suscitar la compasión, la solidaridad Internacional y el antisemitismo que siempre ha culpado de todos los males del mundo al judío, siendo ellos mismos los victimarios de su propia gente. 

A Israel no le interesa tener a su pueblo victimizado, le concierne proteger a todo ciudadano en suelo israelí, que sea judío o no. En cambio, en nombre de Alá se puede matar al que supuestamente debe ser considerado un hermano, pero que es visto según el Corán como infiel o como enemigo de la Charia, por la cual se rigen los Hermanos Musulmanes y sus derivados con permiso y aplauso para liquidar a todo individuo que no se acoja a sus principios. Considerados por muchos seres pensantes un tanto equivocados. 

La gran conquista de las democracias es ver al otro con un aire fraterno y no como un enemigo. Se combaten los valores discriminatorios. Se trata de vivir en respeto y tolerancia con los vecinos, con su propia gente y con las diferencias, que no siempre acusan una mirada amable. Por lo menos, es lo que manda la ley con la aplicación de castigos cuando no se aplican correctamente estos enunciados, que pretenden crear sociedades más armónicas donde impere cierta cordialidad a pesar de las divergencias. Sabemos que homologar a las personas es imposible. Se busca institucionalizar el privilegio de lograr ejercer la libertad de ser y de actuar con el respeto a la otredad. Lo que se niega en sistemas dictatoriales, totalitarios o despóticos. Implantan una sola manera de mirar el mundo. Y yo con mi mirada dispuesta a abrirse a cualquier otro tipo de cultura con tal de que no quiera hacerle daño a otra, me acongojo cuando veo lo contrario. Es el agobio que carga mi mirada.  

Anoche me pasó por la mente todo tipo de soluciones para ver terminada esta guerra que duele tanto en el Medio Oriente, y lo primero que cruzó mi vista fue visualizar la entrega de todos los secuestrados mantenidos por Hamás como arma de guerra, aunque se intuye que muchos ya estarán muertos debido a las pésimas condiciones que han soportado, pero sería a pesar del vil chantaje lo que llevaría a un cese de fuego. Asunto que no está en manos de Israel. Ofrece tantas prebendas que es como ponerle la otra mejilla al enemigo para que pegue más duro, y el mundo se hace el loco o condena sin calzar la situación de Israel, como se recomienda de manera sabia ponerse en los zapatos del otro para crear justicia. Israel es un país de progreso y de avanzada que sólo anhela vivir en paz como lo señala el saludo en permanencia: Shalom, invocando la PAZ con su nombre. Palabra que se suele decir para precipitarla. Israel quisiera no tener que defenderse como lo haría cualquier país cabal en las mismas circunstancias, al tener en peligro su soberanía. Europa ya nos muestra la problemática que se avecina a paso de gigante por el choque de civilizaciones que está viviendo con los extremistas musulmanes, que no son pocos en el territorio europeo. Ojalá cese la violencia y hoy tengamos la suerte de ver a los secuestrados regresar a sus hogares luego de más de seis meses de ausencia de su patria y sus allegados.

Curioso que se fomente el antisemitismo de manera salvaje como se está viendo, cuando no se le exige a Hamás que haga lo suyo para implantar la paz; devolver a los rehenes y educar a sus niños en el amor al prójimo, aunque sea diferente y no en el odio a aquel que no se les parezca. Es un llamado que hoy más que nunca se le hace a Hamás en vísperas de saber si habrá entrega a no de esas personas inocentes que han sufrido tanto por una guerra atroz, que inició Hamás este espantoso 7 de octubre. Quedará registrado en la historia como un capítulo atroz de la Humanidad.  Y me preocupa: ¡será que por fin Hamás le pondrá algo de corazón a este asunto!