La mirada de Ulisas

Una mirada que trata de hacerse a la imparcialidad basándose en el argumento

LA MIRADA DE ULISAS despierta a una cierta verdad, ¡tal vez a medias, pero por algo se empieza! Esa nueva realidad, me permite con la mirada que mantengo, analizar que el mundo a pesar de su ceguera entrevé los asuntos con algo de objetividad. Virtud que le adjudico a los medios audiovisuales virtuales. Permiten difundir otros escenarios que transmiten verdades. Trascienden fronteras y censuras gracias a la modernidad que nos dio novedosos medios de comunicación, ajenos a muchos controles.

La abuela de mi mirada, la mirada de Ulisas que también tuvo abuela y se hace tan presente en el ámbito mundial, decía desde su sabiduría ancestral que no hay mal que por bien no venga. Nacida en Turquía sabía ver la vida con esa óptica milenaria que entiende todo desde su esencia. No hay que olvidar el rol preponderante que ocupó Bizancio en la Historia Universal convirtiéndose en dique y en puente a la vez para el mundo, al dejar una huella de una civilización grandiosa e ilustrada, emprendedora de una labor extraordinaria en su época. Mi abuelita, mujer que amé por drenar siempre palabras de altura, me dejó marcada para siempre. En mi mirada se plasma la suya. Desde el más allá me vigila y me atiende. De manera especial y sutil me da consejos y me refuerza cuando decaigo y los párpados me pesan. Atenta a mis estados emocionales, sabe impedir que se cierren a la realidad y me repite sin cesar: “no hay mal que por bien no venga”. Esta frase resuena en mí en permanencia. Efectivamente, con todos los males que traen las guerras me detengo en un hecho que cobra resonancia en mi mente gracias a videos que he visto, bien saben queridos lectores que mi apetito voraz por conocer los diferentes puntos de vista nunca me abandona, y husmeo toda información por contraria que sea. Es lo que me autoriza a ser una mirada que trata de hacerse a la imparcialidad basándose en el argumento para disertar sobre cualquier asunto. Últimamente he visto varios videos de personas musulmanas que hablan de su situación. La condenan y lamentan que sea una trampa para alcanzar la verdad. Informan y denuncian ese cómo las tratan de sesgar sobre el asunto de Palestina, que resulta ser un concepto nuevo para el mundo, ya que esa Palestina que defienden no tiene historia sino desde el siglo XX cuando fue concebida gracias a Egipto y a Jordania. Países que cedieron parte de su territorio para dejarlo en manos de ciertas tribus que hoy se denominan el pueblo palestino. No quisieron anexar esos terrenos a los suyos, prefirieron renunciar a ellos a cambio de obtener beneficios de Israel como en el caso de Jordania, cambiar territorio por agua. Y uno se pregunta el por qué no querer asumir a esa población. Así como el porqué los hermanos musulmanes de otros países con sus mismas costumbres cierran las fronteras a los nuevos palestinos. El mundo no se hace esa pregunta, pero de algún modo mi mirada la ha examinado ampliamente. Ningún país musulmán quiere a los terroristas en sus predios. Conocen la locura que cargan y cómo anhelan desestabilizar cualquier gobierno por una causa que duele: eliminar del mapa a Israel y luego de modo sistemático y seguro erradicar a todos los infieles, que serían cristianos, budistas, agnósticos, protestantes y como dicen los gringos “¡you name it!!!”. Lo harían gracias a su alta demografía o sea por el vientre que lo sabemos bien activo y dispuesto a traer críos al mundo, sin demasiadas contemplaciones de comodidad o de educación formal. Los mayoritarios votos impondrán otras consideraciones. La idea que les inculcan a esas mujeres es de tener muchos hijos, aún sin poderlos mantener bien, para ir conquistando las demás naciones, que muchas ya se ven invadidas por una cultura ajena, que tantas veces choca con los principios y valores democráticos, luchados y defendidos durante tantos periodos históricos. Debo subrayar que lo que reconforta mi mirada es que muchos musulmanes, inclusive de la zona del conflicto, ya han despertado a otra realidad y saben que los hermanos musulmanes con todos sus derivados como son: Hamas, Hizbolah, (que traduce el partido de dios), Isis etc…regímenes del pavor, padres del terrorismo, sólo quieren sembrar el desorden mundial e imponer valores que riñan con un mundo más pacífico y diseñado para que todos tengan cabida desde sus diferencias con el respeto y tolerancia indispensables, íconos de la libertad de ser y de expresión. Vedada por esos gobernantes o dictadores que aplastan la voz del pueblo y de las mujeres. En cantidad de videos informativos se ven las denuncias de su propia gente, musulmanes más conscientes y dispuestos a no caer en embustes sobre el método tan erróneo de educarlos y de imponer la manera de obrar, de pensar y de decir sobre los demás. Se les inculca desde muy temprana edad que al judío y a los infieles por principio se les debe odiar y atacar para exterminarlos. Les enseñan a valerse de cualquier arma para cumplir con esa terrible misión. Para los radicales es una verdad de a puño que se debe aplicar, por ello los terroristas, que por supuesto no son todos los musulmanes (aunque lamentablemente hay que registrar la ecuación que todos los terroristas son musulmanes que lesionan en nombre de Alá y no titubean un segundo en asesinar judíos e inocentes que no practiquen el Corán. Con el dudoso fin de arribar directo al cielo sin el menor desvío, donde juran que 70 y pico de vírgenes los esperan para practicar todo tipo de maromas sexuales prohibidas en este plano terrenal. Según ellos, el cielo los autoriza a todas esas desviaciones con las mencionadas vírgenes que estarían dispuestas a atender el menor capricho del “chaid”, o del héroe en cuestión, dador de su vida por la causa de una muerte de un judío o de un infiel. Por ello, hemos visto demasiados actos terroristas por el mundo. Pero esta noción distorsionada ya la visualizan otros musulmanes que condenan estas atroces propuestas y no se comen el cuento de las mentiras que se les obliga a creer. Entre más musulmanes tomen conciencia de la visión errónea del mundo que les imponen, habremos ganado la batalla de defender otra moral con sus valores y principios que nos hacen más humanos y pensantes. Ojalá la varita mágica toque a muchas almas confundidas para un basta ya de tanto terror. La esperanza no se pierde porque entre los musulmanes también existe la inteligencia del discernimiento. Obedece a una capacidad libre y audaz de analizar y exigir la verdad. La que tarde que temprano sale a relucir. Ojalá no demore para que el mundo halle la estabilidad necesaria para vivir en paz con todas las diferencias de sus semejantes. Son hermanos que conforman la unidad de la Humanidad. Y pedir para que el fanatismo ya no tenga lugar en sociedades que desean un mundo con corazón.