La Ministra Ana Redondo desde su Ministerio de Igualdad sigue recreándose en justificar las primicias de un Ministerio que apenas ha resuelto nada que realmente tuviera incidencia en nuestra sociedad. Lo preocupante fue, es y sigue siendo que todo lo relacionado y derivado de la “violencia de género” vuelva a intensificarse, para ser la lacra con la que amanecemos muchos días y a la que tristemente nos hemos tenido que ir acostumbrando. El grueso de las leyes que ya habían sido protagonizadas, discurridas, debatidas y puestas en marcha por la anterior ministra Montero - nombrada ministra por la gracia del vicepresidente Pablo Iglesias y por los supuestos méritos que tan solo este individuo conocía - estaban, en su mayoría, llenas de errores de difícil solución. Errores que incluso han puesto de patitas en la calle a delincuentes ciertamente peligrosos. Ana Redondo, como es lógico, pretende dar cobijo a un “Ministerio MENOR”, que da mucha más importancia a la cualificación del propio Ministerio que a los resultados que ofrece. Un Ministerio que relata a través de leyes obtusas, que en muchos casos han confundido a la sociedad, y eso es mucho más de lo que se espera que ofrezca una Ministra del Gobierno de España.
Ya he criticado en otras ocasiones muchos de los errores que ofrece la Ley de Paridad que está en vigor desde fechas recientes y que dejó sin protección a los trabajadores que disponían de una jornada adaptada para poder conciliar. Estoy convencido de que la ministra desea competir con los modos pueriles de su predecesora y fabricar leyes de compleja aplicación que sirvan, en todo caso, para parecer que han hecho algo… Y aunque doña Ana Redondo se ha justificado diciendo que se trata de un error técnico, todos sabemos y pensamos que se trata de que las leyes nacen defectuosas porque nacen deprisa y sin debate suficiente. Es lógico que los ciudadanos digamos alto y claro lo que sucede y que pongamos el grito en el cielo por la elaboración de leyes creadas al tun – tun. También se ha explayado doña Ana al asegurar, sin datos contrastables, que la “Ley Trans” ha posibilitado que casi 6.000 personas se hayan decidido por el cambio “registral de sexo” y ya se ha asegurado que esos datos son, en principio, muy poco fiables. A partir de ahora seguirán llegando las demás ocurrencias de la ministra. La quiniela para los partidos de la Liga Femenina está al caer. Y así sucesivamente vendrán otras que ahora mismo no seríamos ni capaces de imaginar.