Parece ser que para pertenecer al PSOE, o sea, a la progresía. O a Sumar, o a Podemos y demás maravillosos y entrañables Partidos políticos, la premisa ineludible es que tienes que ser, no ya Guapisisisimo como Sánchez, ejemplo de los Dioses del Olimpo, sino simplemente guapo, como Bolaños, Patxi López, Ábalos, Koldo, Francina, Yolanda, Montero e incluso Albares. Pero fundamentalmente, has de ser tremendamente atractivo a la manera de Óscar Puente, que es sencillamente resultón y hermoso.
Y con ese aval de precioso, utiliza el proceso de dividir a sus contrincantes políticos en guapos y feos, el caso es dividir (divide y vencerás si has abrazado el social comunismo).
Así, Santiago Abascal, según este sabio oráculo de Delfos, se encuentra abocado al fracaso por “Tener barba puntiaguda para que nadie perciba que no tiene barbilla. Posar para las fotos de puntillas porque Lepen es más alta que él, llevar camisas tres tallas más pequeñas de la que le corresponde para lucir musculitos, y ostentar nulas apariciones públicas para que nadie se dé cuenta de su cerebro vacío. Es un acomplejado de manual».
Esa es la sentencia de Adonis Puente, bello entre los bellos, alto y esbelto, de cintura cimbreante aunque quizás oculta bajo la panza, mandíbula cuadrada tremendamente favorecedora (véase sin ir más lejos el rostro noble de los gorilas), colmillos afilados y gran deportista jugador de golfo, perdón, de golf.
En definitiva, un señor que está como un tren y que quizás por ello nadie mejor que él mismo para ministro de transportes y ferrocarriles.
Además sus ojos brillan con una inteligencia inigualable, al modo de los apetecibles ojillos de las zarigüeyas americanas que pueden ser algo rabiosas, y que en modo de defensa, aparecen como silbando, babeando o balanceándose. Sus comportamientos son engañosos y los usa para burlar a posibles depredadores. Ah, y tienen grandes habilidades en tales técnicas.
El ministro Puente también las tiene (las técnicas disuasivas) y si no, que se lo pregunten a Milei a quien acusó de “toma de sustancias”, una frase apocalíptica que dejó al presidente argentino al borde de la dimisión por el disgustazo horroroso que se llevó ante tales palabras cargadas de ciencia política, de diplomacia, y muy propias de un genio y representante del gobierno de España.
Porque Puente piensa (Si, ¿Por qué no va a ser capaz de pensar de vez en cuando?) pues lo hace, piensa que "En las redes se juega duro y, si no lo haces, pasas desapercibido y eres irrelevante".
Pero de eso nada!!!, antes muerto que sencillo, antes insultador que irrelevante.
Y en una irrelevancia total ha quedado la brillantísima idea de los guapetones del PSOE de poner pañales a los caballos de la Policía Nacional que patrullan por el Retiro, para que no defequen donde no deben.
Nadie, ni sus afines políticos les ha tomado en consideración.
Quizás deberían asustar más los potros desbocados a lo Puente, que los caballos defecadores, aunque lo cierto es que ambos ensucian mucho.