Dijo el Papa Ratzinger/Benedicto XVI: Aunque usted sea ateo, agnóstico o teísta; "Es mejor vivir COMO SI DIOS EXISTIERA" queriendo transmitir un espíritu de respeto por la vida ajena, sujeto a la POSIBILIDAD de su existencia.
Es mejor Vivir COMO SI DIOS NO EXISTIERA; Concluyó Hugo Grocio, pronunciando el adagio, tres siglos antes, pretendiendo vivir sin mitos; entendiendo que se puede morir con la resignación de haber vivido.
Decir que se nace con FE o sin ella, resulta una condena discriminatoria dirigida a Dios, que es quien según los más ortodoxos concede ese "Don" antes de nacer. Dicen los cristianos sin otro registro bíblico que no diga lo contrario, que el ALMA cuando morimos va al cielo; cuando el ALMA en la biblia se refiere a la vida intrínsecamente sin ningún texto que interprete lo que la Iglesia dice. Se trata de un bondadoso invento de la Iglesia para devolver la esperanza a los familiares y hacer creer que el difunto no ha muerto del todo. Por otro lado, la resurrección que enseñan los cristianos no obedece a lo que dijo Jesús cuando le preguntaron sobre esto, ya qué, según Él, en Mateo 22:30 deja claro qué: Quienes resuciten serán como ángeles. Es decir, sin capacidad de darse en matrimonio ni tener hijos ¡Sin pasiones! limitados respecto de los que pasen vivos después de la sentencia del juicio final, suponiendo que no les hayan mandado al fuego y azufre eterno.., por lo que solo meditando un poco, tiene poco sentido racional.
Ratzinger dio un paso más: "Surgirá una Iglesia que habrá perdido mucho. Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio y perderá adeptos. En sus palabras, hay un mensaje velado para algunos: "Una Iglesia donde no haya un Dios al que venerar, porque los dioses serán quienes partiendo desde una nueva era o realidad universal, entiendan que dioses somos todos nosotros cuando ayudamos a los demás". No el Dios que hemos forjado esperando milagros que no sean los que hacen todos los días los cirujanos; médicos; enfermeros; científicos; donantes; misioneros; voluntarios de ONGs; piadosos; personas de paz, y todos los que sepan amar y se comporten con arreglo al dios que llevamos por conciencia.
Hemos oído de guerras mientras la humanidad rezaban sin otro final que la victoria del que más consiguió matar, sin que Dios lo impidiese. Hemos oído y vivido epidemias, pandemias, terremotos, tsunamis, atentados dentro de iglesias, sinagogas, mezquitas, capillas ¡En las supuestas casas de Dios! Sin que Dios lo impidiese. Violaciones de niñas y asesinatos; atentados contra representantes espirituales de sus religiones; secuestros de niñas en iglesias para someterlas, violarlas, explotarlas y asesinarlas, sin que Dios lo impidiese; y mientras, los máximos representantes de las religiones rezaban y exhortaban a rezar, sin que Dios lo impidiese. Es más, para los cristianos, la promesa de Jesucristo ¡Incumplida totalmente! Mateo 18:19-20: "Esto les digo: Si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra para pedir algo en oración, mi Padre que está en el cielo se lo dará. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Los protestantes y algunas sectas, para justificar el silencio de Dios, difunden a sus adeptos que Satanás gobierna la tierra; de esta forma, dejan a su Dios libre de culpa y sin responsabilidad. Satanás, es el comodín inventado; el culpable de todo lo que sale mal, incluso del incumplimiento de promesas divinas. De esta forma, como hacen los políticos contra su oposición, se justifican culpando al oponente de sus incumplimientos, y todos, al unísono seguirán rindiendo culto al líder.
La realidad es que la religión cristiana, protestante y musulmana, han originado más muertos en la tierra, que el conjunto de numerosas guerras no religiosas de los últimos cuatro mil años. Sólo la guerra de los 30 años entre cristianos y protestantes, acabó con la vida del 25% de la población alemana sin contar al resto de Europa, que se calcula alrededor de un total de ocho millones de personas. A este dato, hay que añadir las guerras y matanzas de hindúes y musulmanes contra cristianos, judíos y protestantes; además de atentados, la guerra árabe/israelí, etc.
Las Iglesias: Cristiana; Judaica; Coránica e Hindu, deberían ponerse de acuerdo para reflexionar sobre una reconversión basada en el daño que han hecho sus ancestras creencias provenientes de sacerdotes, rabinos, imanes, gurús y profetas, que decían hablar en nombre de su Dios omnisciente, omnipotente, bondadoso, generoso, piadoso, personal y providente, para como cabría entender del mensaje de Ratzinger, comenzar desde el principio reconfigurando un nuevo marco de hermandad (.!.) documentando con fundamento histórico y científico la realidad de una esencia doctrinal ancestra; cruel; incumplida; mal enseñada y mal entendida (.!.) donde la fe verdadera radique en la bondad humana de los individuos exentos de dioses, con la intención de poner fin a la guerra religiosa entre musulmanes, judios y cristianos.
Quizá, solo así, las personas aceptaríamos con objetividad racional, la suerte de haber nacido; la conciliación humana; la convivencia y el respeto a los demás sin distinción de creencias y dioses.
El cómo se hizo la vida, solo tiene que preocupar a los científicos.., y podría resultar más consecuente creer que nacemos, vivimos, formamos una familia, contribuimos al progreso trabajando, somos dioses o malvados y morimos.
El relato bíblico de una creación de hace tan solo seis mil años según su cronología (.!.) se encuentra repleta de asesinatos, violaciones, amenazas espantosas, robos, invasiones, lapidaciones de mujeres infieles y homosexuales junto con hijos desobedientes, etc., toda una epopeya llena de errores de tiempo, forma y plagio, para engordar multinacionales a costa de transmitir el miedo; el delirio de otra vida; el alma en pena; el purgatorio; el infierno de fuego eterno; la segunda venida de Cristo para juzgarnos otra vez; los caballos alados montados por jinetes con corazas de fuego, de jacinto y de azufre; según el último libro de la biblia, escrito por un individuo que para no ser ajusticiado, por piedad, le confinaron a la isla de Patmos, donde escribió estas alucinaciones.
Toda una quimera de DIOSES nacidos del hircocervo, la ignorancia, el sometimiento, la conquista, LA VANIDAD Y EL MACHISMO; de las que miles de millones de personas asiáticas "no teístas" en el budismo, taoísmo, confucianismo y jainismo, se libran gracias a no venerar ningún Dios ni Creador (.!.) lo que les ha concedido una vida mucho más honrada, sensible, conformista, respetuosa, familiar, feliz y saludable, aceptando la muerte con razonada humildad.