Como si la situación interna de Venezuela estuviera en orden, el criminal dictador Nicolás Maduro ha viajado a participar en la cumbre de los Brics en Kazan. Unos 30 países liderados por China, India y Rusia, buscan restarle importancia al bloque occidental liderado por Estados Unidos y la Unión Europea. El delincuente Maduro no respetó los resultados de las elecciones y ahora aparece en una cumbre como si nada hubiera pasado. Parece urgente que en el caso de Venezuela se pase de las palabras a los hechos y que los países que se dicen democráticos, corten todo tipo de vínculos con las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Seguir jugando al diálogo con los 3 dictadores, parece un chiste de mal gusto. Casi 8 millones de venezolanos han escapado desesperados de su país y Cuba sigue sin energía eléctrica por la incapacidad del Estado para proveer el servicio. La ONU sigue navegando sin lograr algún resultado positivo y así el mundo se sigue deteriorando por el crimen, las drogas, la inmigración ilegal y la ineficacia de la mayoría de los gobiernos. Al conflicto de Gaza y de Ucrania, se sumará pronto la invasión china sobre Taiwán. Esto último es cuestión de meses. Llama la atención cómo se han sumado nuevos países a esta iniciativa de líderes de izquierda. Estos nuevos bloques debilitan la unidad entre los países y generan nuevos conflictos de alto costo. A pesar de las nuevas tecnologías, el mundo está más aislado que nunca.
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