LA MIRADA DE ULISAS en un máximo dolor patrio recuerda que en su anterior artículo publicado en la mañana del 11 de agosto del 2025 hablaba de AMAR, y hoy 11 de agosto en la tarde se halla frente a los efectos y consecuencias del arma: la muerte del senador Miguel Uribe Turbay, un precandidato presidencial que le prometía a su amada Colombia la unión y la presencia de una democracia sólida. Sus brillantes discursos estaban cargados de las mejores intenciones con la propuesta de una sana convivencia, pero el último que pronunció en el barrio Modelia en la localidad de Fontibón, al occidente de Bogotá, correspondiente a un acto de campaña política frente a sus seguidores y admiradores el 7 de junio, estuvo salpicado de sangre y de horror. Miguel Uribe Turbay, un profesional de las leyes dedicado a la política asumió desde temprana edad cargos públicos con lucidez en el manejo que amerita la responsabilidad ciudadana y el compromiso con su gente. Fue concejal de la capital colombiana, secretario de Gobierno distrital y candidato a la alcaldía de Bogotá. Nieto del expresidente Julio Cesar Turbay Ayala e hijo de la famosa periodista Diana Turbay, Miguel a sus 39 años falleció en la Fundación Santa Fe en la ciudad de Bogotá, después de librar una titánica lucha por vencer el tiro de muerte en la cabeza que le propinó su asesino. Una bala que le hizo el peor de los estragos, y sin embargo todo un equipo médico altamente calificado estuvo sin descanso noche y día luchando por salvarle la vida. Fueron más de dos meses de larga y penosa agonía con operaciones de alta cirugía a manos del Dr. Fernando Hakim Daccach, una eminencia mundial y de sus excelentes colaboradores. La fusión del pueblo colombiano oró para que el milagro sucediera. Nunca se perdió la esperanza hasta esta mañana que fue empañada con la lamentable noticia de su partida. Su muerte deja un profundo e irreparable vacío no solamente en el seno de sus familiares y amigos sino en el corazón del país, que contaba con un precandidato que ponía en peligro la candidatura de otros pares suyos. No tuvo la protección indispensable por parte del gobierno, que le debe ese mínimo cuidado a los políticos en acción. El gobierno del presidente actual de Colombia; Gustavo Petro no veló por sus horas, dejó que un joven sicario le diera el tiro de gracia y desgracia. Colombia entera llora este dolor.
La mirada de Ulisas se empaña nuevamente ya que le recuerda épocas pretéritas en Colombia cuando se asesinaban a los candidatos con una facilidad que dejaba en desconcierto. Y si bien, los países del tercer mundo son llamados Repúblicas Banana, en el caso de Colombia no se le podía aplicar ese apelativo. Pero, nuevamente estos hechos ponen muy mal parada a la democracia que viene manejando el presidente Petro, altamente cuestionado por su gestión.
La Mirada de Ulisas quisiera que el mundo ya encontrará la luz que se le ha extraviado por doquier. Tiempos de llegar al Amar y dejar atrás el Arma.
Miguel Uribe Turbay paz en tu tumba y paz para el mundo, que precisa a grito herido los beneficios de una palabra tan corta, llena de significado para las personas y los atisbos que anhelamos armonía y concordia entre los semejantes para que el planeta Tierra se llene de luz y el hombre deje de disparar armas. La mirada de Ulisas lo implora a diario.