Maya Fernández Allende, nieta del expresidente marxista Salvador Allende e hija del agente y diplomático cubano Luis Fernández Oña, se ha visto forzada a renunciar a su cargo de Ministra de Defensa de Chile. La causa principal de su renuncia, se explica por las irregularidades e ilegalidades derivadas de la intención de la ex ministra socialista y de su tía, la senadora Isabel Allende Bussi, de venderle al Estado de Chile la casa que perteneció a Salvador Allende y posteriormente tomar el control de la misma para un museo que proyectaría el “legado” del expresidente chileno.
La ley chilena es clara e impide que funcionarios públicos hagan negocios con el Estado. Cómo se avecinaba una avalancha de recursos judiciales, Maya Fernández, decidió renunciar. Lo más grave de estos hechos, es que diversos asesores y autoridades advirtieron con antelación de las irregularidades que conllevaba esta operación. La nieta de Allende fue nombrada ministra de defensa por el presidente Boric, con un claro propósito de provocar y humillar a las fuerzas armadas chilenas, responsables de haber derrocado a Salvador Allende en 1973. La nieta de Allende, una bióloga y médico veterinaria, nada sabía de defensa ni de seguridad, pero Boric quería hacer pública su admiración por Allende, un presidente que destruyó la economía chilena y fue socio de los jerarcas soviéticos y cubanos. Allende llegó al poder en 1970 con solo el 36% de los votos y en 3 años desintegró a la sociedad chilena, nacionalizó la mayoría de las empresas y usurpó el campo chileno con la maldita ley de Reforma Agraria. Boric enfrenta su último año de gobierno, con escasas alternativas de recuperar la economía y mejorar la seguridad interna, que se encuentra en su peor nivel desde que existen registros.
Las elecciones primarias o de primera vuelta, enfrentarán al menos 4 candidatos y posiblemente a 6, buscando llegar al gobierno en noviembre próximo. La reciente revelación de numerosos casos de fraudes escandalosos generados en fundaciones cercanas al gobierno y otras intervenciones directas de la presidenta de la Cámara de Diputados, afín al gobierno, están generando en él una ingobernabilidad agobiante para el joven Boric, que intenta controlar daños, de la mano del influyente Partido Comunista que se apronta a nominar una candidata presidencial. Maya Fernández Allende, ahora ex ministra, deberá ocuparse de su defensa legal ante una legítima arremetida de la oposición chilena, que le pedirá explicaciones y razones por las cuales quisieron sorprender a los chilenos con una operación doblemente fraudulenta. También su tía Isabel, senadora de la República, tendrá que explicar cómo validó algo, que hasta un estudiante de primer año de leyes, sabía que era inconstitucional. Las izquierdas chilenas acorraladas por sus propios errores, preparan su defensa y su contraataque.
