La Montaña Mágica

Barcos militares en el Caribe

Desde el 14 de agosto pasado, el gobierno de Donald Trump ha invadido las aguas cálidas del mar Caribe, con ocho buques de guerra, un submarino, diez aviones de caza, y cuatro mil quinientos soldados. 

Su objetivo militar: derrotar el supuesto “narcoterrorismo” liderado por Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela.  

No es la primera vez que Estados Unidos invade militarmente un espacio internacional y distante de sus fronteras. 

Desde su independencia, el país del norte ha realizado ciento catorce invasiones militares. Terminada la Segunda Guerra Mundial hasta el fin de siglo pasado, cometió sesenta y siete incursiones en “territorio enemigo”. 

Esta ha sido su política exterior que consiste en hacerle la guerra al mundo, y defender a su país de cualquier intervención bélica. 

La presencia militar de Estados Unidos en el Caribe es una amenaza real para nuestro país hermano, que se encuentra en estado de alerta. 

Desde el 14 de agosto, los gringos han volado cinco lanchas, donde se supone, van narcotraficantes y droga.  El último ataque se produjo el pasado 3 de octubre. 

La pregunta es: ¿cómo saben los radares gringos que en aquellas pequeñas embarcaciones va droga con destino a su país? 

Trump jamás ha mostrado alguna evidencia de estos supuestos alijos que viajan por las aguas del Caribe hasta llegar a las narices de los norteamericanos.  

Tras la bandera de derrotar militarmente las redes del narcotráfico lideradas por Maduro, se esconde la intención de invadir al país hermano de Venezuela.

Esta ha sido la lógica de la política exterior del país del norte, que se repite a lo largo de los años. Recordemos Vietnam, Granada, Afganistán, e Irak. 

El gobierno de Estados Unidos sabe que la mayor producción de coca sube hasta el norte por el mar Pacífico. 

La presencia militar de Estados Unidos en aguas del Caribe, es preocupante no sólo para Venezuela, sino también para América latina.  

Si el país hermano se encuentra en la mira de los gringos, después vendrá Colombia y México. Colombia, porque es el mayor productor de coca de la región. México, porque allí se congregan varios carteles que se encargan de comprar la droga y entrarla a Estados Unidos por la frontera. 

Estados Unidos es el mayor consumidor de cocaína del mundo. Se supone que esa droga no circula libremente por el territorio gringo. 

La otra pregunta es: ¿por qué los gobiernos estadounidenses nunca han detectado a los carteles de distribución de la coca, que se inhala desde Miami hasta Nueva York? 

Los países de América latina, que desde sus inicios se han caracterizado por mantener un espíritu pacifista, deben estar alerta, y defender a Venezuela de cualquier ataque militar contra su territorio. 

Hoy es Venezuela. Mañana podrá ser Colombia o México.