Ante una masiva concurrencia, el Presidente Javier Milei, inauguró una nueva versión de la Exposición Ganadera en La Rural de Palermo. Miles de personas vinculadas al campo argentino, acudieron a escuchar al nuevo líder que revoluciona a la Nación. No es un revolucionario chavista ni castrista, sino un valiente que ha venido a cambiarlo todo. Argentina estaba destruida y de la mano de ocho profesionales que componen su círculo más íntimo, avanzan con prisa en recuperar la dignidad Argentina. Milei declaró que “bajar los impuestos, achicar el Estado, reducir los aranceles, bajar la inflación y cultivar la tierra, es servir a la Patria”. En su discurso, anunció reducciones graduales de las retenciones a las exportaciones -antiguo anhelo del campo argentino- y también otras medidas tendientes a disminuir la intervención del Estado en el día a día de la actividad productiva. Milei tiene dos almas en su interior, una, expresada a través del histrionismo exacerbado y otra, la del estratega que lee y se prepara para seguir adelante con su estudiado plan, cuyo objetivo final es llevar de nuevo a la Argentina a su antiguo siglo de oro.
En la calle, Milei tiene mucho apoyo, pero también detractores, la mayoría parásitos del Estado que han visto amenazados sus históricos privilegios. En su discurso, dos veces se remitió al intelectual chileno Axel Kaiser y a su libro “Parásitos Mentales”, del cual extrae conceptos que explican la ineficacia del Estado y todo lo que ello implica para frenar el desarrollo de los países. Milei acudió al recinto de Palermo, en donde fue aplaudido y reconocido, con su ministro de economía Luis Caputo, además de su ministra de seguridad Patricia Bullrich. Milei ha logrado reducir la inflación, aumentar el crecimiento del PGB e incorporar al país al circuito financiero internacional. La corrupción en Argentina se apoderó del Estado, de los sindicatos, de la justicia y también de muchos empresarios que con tal de sobrevivir, se hicieron transmisores del cáncer que ha afectado por décadas a un lindo país. Estos meses, previos a las elecciones parlamentarias, serán cruciales para comprobar si el “León Milei” sigue rugiendo, o se transforma en un gato de campo indefenso.
Quienes aspiramos a un Estado pequeño y a un sector privado poderoso, esperamos que Milei siga rugiendo y que su impronta contamine a una región repleta de mal llamados “progresistas”. Milei ha conseguido mucho más de lo que la mayoría pensaba. Los indicadores económicos muestran avances significativos, aunque no definitivos, los que dan esperanza a un futuro promisorio para la Argentina. Aunque la forma importa, seamos capaces de ver en Milei su genuino interés por transformar a su país. La corrupta Cristina Fernández de Kirchner está presa de sus propios delitos, de su arrogancia y de su ignorancia. Va quedando atrás el peronismo y todos aquellos que usufructuaron del trabajo ajeno. Llegó la hora de Milei.