El sanchismo llega a su fin cercado por la corrupción que ha sido impulsada e ilustrada por todo el grupo de socialistas-feministas-machistas y puteros que no creen en nada de lo que dicen, ni en nada de lo que dijeron antes de gobernar un país que han ultrajado y denigrado. Los moralistas de pacotilla, que ahora enseñan las orejas, han llegado a su fin y han conseguido que el Partido Socialista Obrero Español se esté quedando solo ante la insurgente desbandada de oportunistas carroñeros que solamente desean sacar partido del desastre. Son todos los que durante los próximos meses cantarán la traviata y contarán verdades que pondrán en su sitio a quien ya está diciendo que no los conocía. Son - todos ellos, los unos y los otros - buitres que aprovechan la carroña para engordar sus hígados infectos. El partido de Sánchez y el gobierno de Sánchez se han convertido en un ente apestado por acosadores y otros depredadores de semejante índole y calaña. Los sanchistas están en alerta porque saben que se acerca la desbandada, la que dejará el barco a la deriva antes de lo que algunos imaginan. Y todos ellos, todos los que participaron en la orgía del gobierno de Sánchez quedarán señalados para el resto de sus vidas. Los ministros y ministras serán seres apestados de los que habrá que alejarse para que no nos salpiquen, para que nadie pueda referirse a nosotros recordando ese refrán castellano tan indicativo y tan rotundo que dice simplemente: “dime con quien andas y te diré quien eres”…
Desde el sanchismo y sus rémoras se ha idolatrado el dinero y el sexo nauseabundo, el sexo forzado, almibarado y baboso del que suelen aprovecharse los puteros empedernidos. Pero, cuando el árbol se caiga no habrá contemplaciones... Todos desearán alejarse de su sombra pestilente. Pilar Alegría tendrá que explicar algo más de lo que sabe de las fiestas que el entonces ministro José Luis Ábalos organizaba en paradores de turismo a cuenta de los impuestos de todos los españoles. Cada uno se acuesta con quien quiere, pero los contribuyentes españoles no tenemos que pagar marisco, champán y prostitutas.
Otros ministros saldrán por la tangente y otros no sabrán por donde han de salir. La cueva de los cuarenta ladrones se está convirtiendo en una realidad tan palpable que da miedo decirlo y escribirlo.
Se le está acabando el tiempo a un presidente cercado en un recinto que no tiene salida.
La democracia no es abuso de poder, ni el poder por el poder. No es deseo de permanencia a toda costa. Eso ya lo hizo Maduro y quienes ayudaron y apadrinaron a Maduro: veremos cómo acaban. La democracia es decencia. Es seriedad. Es el poder que reside en el pueblo, que otorga libertad y dignidad fomentando el consenso... Pero los gobernantes que nos han tocado en suerte son unos lambriones, unos glotones, unos desdichados y unos analfabetos que no saben que Berganza, el perro cervantino de “El coloquio de los perros”, ya dijo en su día: Cipión, ten por cierto y averiguado, como yo lo tengo, que al desdichado las desdichas le buscan y le hallan, aunque se esconda en los últimos rincones de la tierra.