El Ayuntamiento de Madrid analiza modificar algunos de los trazados provisionales en las obras de soterramiento de la A-5 después de que numerosos conductores hayan expresado su malestar por las curvas cerradas y los giros pronunciados que deben afrontar en este acceso a la capital. Según informó el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, se están evaluando cambios para garantizar mayor seguridad mientras avanzan los trabajos.
En los tramos más conflictivos, la velocidad máxima se ha limitado a 20 km/h con el fin de minimizar riesgos. Sin embargo, muchos usuarios denuncian que la señalización es insuficiente y que los giros, en ocasiones con pendiente, generan confusión y peligrosidad.
Desvíos totales en las próximas semanas
El delegado del área, Borja Carabante, confirmó que los desvíos parciales ya están en marcha y adelantó que “en las próximas semanas se pasará todo el tráfico al sentido contrario” para poder ejecutar la losa de soterramiento y cumplir los plazos previstos.
Carabante reconoció las “molestias inevitables” que suponen estas actuaciones tanto en la A-5 como en la Castellana, pero defendió que el Consistorio realiza un esfuerzo extraordinario para informar a los ciudadanos y facilitar la movilidad.
Impacto en vecinos y estacionamiento
En el caso de la Castellana, los trabajos afectan también al estacionamiento. Por ello, el Ayuntamiento estudia, junto con el Consorcio Regional de Transportes, la reubicación de plazas para reducir el impacto en los residentes.
Una obra “con resultado positivo”
El delegado insistió en que, pese a las incomodidades actuales, el soterramiento de la A-5 y el resto de grandes actuaciones urbanísticas tendrán un “resultado positivo” a medio plazo. “Molestará, pero el resultado compensa”, señaló Carabante, recordando que el proyecto transformará uno de los accesos más saturados de la capital.