Trump amenaza con expulsar a España de la OTAN por negarse al 5%

El presidente de Estados Unidos reaviva la tensión con Madrid al sugerir la expulsión de España de la OTAN por no elevar su gasto en defensa al 5% del PIB, pese a la exención pactada por el Gobierno en la última cumbre de la Alianza.

Donald Trump plantea echar a España de la OTAN
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Donald Trump volvió este jueves a encender la tensión diplomática con España: durante una rueda de prensa junto al presidente de Finlandia, Alexander Stubb, sugirió que la OTAN debería “considerar expulsar a España” si no se compromete a elevar su gasto en defensa al 5% del PIB. La afirmación, pronunciada en tono desafiante, reaviva un pulso que venía gestándose desde la cumbre de La Haya, cuando el Gobierno español se desmarcó del nuevo objetivo militar de la Alianza.

Un desencuentro anunciado

El origen del conflicto se remonta a junio, en la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya, donde los países aliados sellaron un compromiso histórico para elevar el gasto militar conjunto al 5% del PIB. La iniciativa, impulsada por la Casa Blanca y respaldada por la mayoría de capitales europeas, buscaba reforzar la disuasión ante la amenaza rusa y consolidar la autonomía estratégica de la Alianza.

España, sin embargo, se resistió a adherirse al nuevo objetivo. El Gobierno de Pedro Sánchez consideró que ese nivel de gasto resultaba incompatible con las prioridades sociales del país y pidió una cláusula de flexibilidad. Finalmente, negoció una exención formal que le permite mantener su participación plena en la OTAN sin comprometerse al 5%, con la promesa de aumentar su inversión en defensa hasta el 2,1% del PIB en los próximos años.

Antes del acuerdo, el gasto militar español rondaba el 1,28%, uno de los más bajos de la organización. Esa diferencia ha alimentado históricamente las críticas de Washington, que exige a sus socios europeos asumir una carga mayor dentro del marco de defensa común.

Las palabras de Trump: del reproche a la amenaza

Durante su intervención, Trump afirmó que “quizás deberíamos expulsar a España de la OTAN” si continúa sin cumplir con los objetivos de gasto. En su discurso insistió en que “todos los aliados deben pagar lo que pagan los demás”, señalando a Madrid como “uno de los contribuyentes más bajos” de la organización.

 

Aunque la frase desató una ola de reacciones políticas y mediáticas, en el plano institucional no hay indicios de que se haya activado un proceso formal de expulsión. La declaración se interpreta más bien como un gesto de presión política —una advertencia destinada tanto a la opinión pública como a las cancillerías europeas— en vísperas de los nuevos presupuestos de defensa.

¿Puede la OTAN expulsar a un miembro?

El Tratado del Atlántico Norte no contempla un mecanismo de expulsión de sus miembros. Cualquier decisión en esa dirección requeriría unanimidad y una modificación sustancial del marco fundacional de 1949. En la práctica, la Alianza ha mantenido siempre un enfoque flexible: los compromisos de gasto son orientativos y dependen de las capacidades y prioridades de cada Estado.

El nuevo objetivo del 5% es, de hecho, una recomendación política, no una obligación jurídica. Sin embargo, el tono de Trump introduce una tensión añadida: plantea un escenario en el que la presión política podría utilizarse como instrumento para disciplinar a los socios que no sigan la línea de Washington.

La respuesta de Madrid y de los aliados

El Gobierno español ha defendido que la exención negociada con la OTAN garantiza su plena integración en la estructura aliada y su derecho a participar en las decisiones estratégicas. Fuentes del Ministerio de Defensa subrayan que España sigue siendo “un socio serio y comprometido”, recordando su participación en misiones internacionales y su inversión en capacidades tecnológicas y operativas.

No obstante, varios países del flanco oriental consideran que las exenciones debilitan la credibilidad de los compromisos comunes, y alertan de que permitir excepciones podría sentar un precedente peligroso para la cohesión futura.

Escenarios posibles

En el plano diplomático, Washington podría intentar vincular este desencuentro con otras áreas de cooperación, como los acuerdos comerciales o la participación española en proyectos estratégicos.
En el plano político interno, la oposición podría usar las palabras de Trump para exigir explicaciones al Gobierno sobre su política de defensa y su relación con la OTAN.
Y, a medio plazo, no se descarta que el Ejecutivo español se vea obligado a aumentar su inversión militar si la presión internacional persiste.

Entre la solidaridad y la soberanía

La amenaza de Trump no pasa de ser, por ahora, una declaración retórica. Pero su carga simbólica es significativa: cuestiona el equilibrio entre la solidaridad aliada y la soberanía presupuestaria de cada país miembro.

España ha logrado mantener un margen de maniobra excepcional dentro de la OTAN, pero ese espacio dependerá de su capacidad para demostrar que sigue siendo un socio fiable. Si el debate sobre el gasto militar se convierte en un test de lealtad, el pulso entre Madrid y Washington podría marcar el tono de la política internacional en los próximos meses.