Entrevista

Lucas Ferreira: "Necesitaba dar forma a mis inquietudes para comprobar qué me generaba concretarlas"

Lucas Ferreira presenta Punto y seguido, un poemario donde realidad, insomnio e ilusión se entrelazan en versos que reflejan su mirada inquieta y sincera

Lucas Ferreira presenta Punto y seguido - Máximo Esteban
photo_camera Lucas Ferreira presenta Punto y seguido - Máximo Esteban

Lucas Ferreira, nacido en Bilbao en 1976, ha dedicado su vida a contar historias, un sueño que inicialmente vinculó al cine pero que lo llevó por caminos como la comunicación corporativa, la gestión cultural y colaboraciones en diversos medios de comunicación. En 2022, presentó "Animias, recuerdos y otros imposibles", una recopilación de relatos breves que exploran momentos congelados en la memoria y la piel, suscitando diversas interrogantes. Ahora, en 2025, Ferreira nos ofrece "Punto y seguido", un compendio de 33 poemas que giran en torno a la realidad, el insomnio y la ilusión. A través de estos versos, el autor se muestra tal como es, compartiendo sus observaciones del mundo exterior y fantaseando con dimensiones paralelas donde la vida es tan auténtica y sincera como en nuestra realidad

Evolución literaria:

¿Cómo ha sido su transición de los relatos breves en "Animias, recuerdos y otros imposibles" a la poesía en "Punto y seguido"?

Realmente no ha habido una transición, o yo no la siento como tal. En un determinado momento opté por un estilo y después por otro. No ha sido algo deliberado, ha venido marcado por lo que sentía que quería expresar y plasmar sobre el papel.

¿Qué le motivó a explorar la poesía después de su incursión en la narrativa breve?

Los poemas de Punto y seguido nacen del impulso de exteriorizar cuestiones que me inquietaban, a las que daba vueltas una y otra vez. Necesitaba darles forma para comprobar qué me generaba concretarlas. Si me surgían nuevas dudas o si me relajaba con la expresión y las palabras dadas a lo que me rondaba.

Temáticas y pilares de la obra:

Los pilares de su nuevo poemario son la realidad, el insomnio y la ilusión. ¿Cómo se entrelazan estos conceptos en sus poemas?

Realidad porque en ellos trato sobre lo que veo y me rodea, sobre lo que me preocupa y sobre lo que deseo, ir más allá de su superficie, de la obviedad de su primera impresión. Insomnio porque los primeros apuntes de muchos han sido en madrugadas en las que volcaba en el cuaderno que tenía junto a la cama aquello que me asaltaba impidiéndome dormir. E ilusión porque, aunque creo tener los pies en la tierra, también pido a las circunstancias ir más allá, aceptar nuestras imperfecciones, reconocer nuestros errores y aspirar a más en términos emocionales. Si unes, sumas y cruzas todo esto, el resultado es Punto y seguido.

¿Qué experiencias personales o reflexiones le llevaron a centrarse en estas temáticas?

Parto de lo que me ocurre en el ámbito personal, familiar y social. De lo que veo, leo y escucho. Y de lo que constato, supongo e imagino a partir de todo ello. Igualmente, hay vivencias concretas como las tres personas sobre los que versan los último poemas, surgidos tras el fallecimiento de quienes les dan título y a las que les estoy muy agradecido por lo que me proporcionaron en vida y lo que me siguen aportando ahora como recuerdo. 

Diseño de la portada:

Sabemos que también es responsable del diseño de la portada de "Punto y seguido". ¿Qué mensaje o sensación buscó transmitir con este diseño?

En el momento en que comencé a considerar la posibilidad de publicar estos poemas tuve claro el título, Punto y seguido. La idea del diseño para la portada vino después, pero tampoco dudé, quería que fuera claro y sencillo, fiel al título. Y nada mejor que las propias palabras y su representación gráfica. Y el color marrón por lo que tiene de sobrio y sereno.

Conexión con el lector:

¿Qué espera que los lectores experimenten o reflexionen al leer sus poemas?

La verdad es que no tengo una respuesta. Yo como lector busco en las páginas de otros identificarme o proyectarme. Conocer vivencias o reflexiones similares a las mías desde otras miradas para así contrastarme y confrontarme. O sumergirme en mundos y situaciones hasta ahora ajenas o fantasiosas, que estimulen mi imaginación y mi capacidad de visionarme en escenarios donde nunca antes he estado. 

Raíces y trayectoria:

Aunque nació en Bilbao, ha mencionado tener raíces en Salamanca y residir en Madrid desde hace tres décadas. ¿Cómo han influido estos lugares en su escritura?

En Bilbao nací y viví mis primeros cuatro años de vida, supongo que a nivel subconsciente eso está ahí. Después, por avatares del destino estuve vinculado laboralmente a la ciudad durante quince años, lo que me llevó a visitarla continuamente y a estudiar su historia e, incluso, a escribir sobre ella. Esa combinación de monte, verde, mar, industria, túneles y puentes siempre me ha fascinado. En Salamanca he vivido tanto en pueblos cercanos a la frontera con Portugal como en la capital. Mi familia materna es de ahí y la paterna de Zamora, con lo que el carácter castellano es el ambiente en el que me he criado. Y Madrid, aquí llegué para comenzar la universidad y hasta hoy, la ciudad de posibilidades como las salas de cine en versión original, una programación teatral de lo más amplia, librerías fantásticas y museos en los que ver exposiciones y obras que nunca dejan de sorprenderte. Todo eso a lo largo de muchos años dan como resultado Punto y seguido.

¿De qué manera su trayectoria en la comunicación corporativa y la gestión cultural ha enriquecido su faceta como escritor?

Llegué a Madrid con dieciocho años porque me quería dedicar al cine, por el camino se cruzaron la radio, la televisión y la comunicación corporativa. Ahí descubrí que todo se trata de contar historias, variando qué cuentas, el tono y el formato, y a quién te diriges. La gestión cultural surgió después, las artes plásticas resultaron ser un instrumento perfecto para contar historias desde una perspectiva de comunicación corporativa.

Reflexiones personales:

Si pudiera darle un consejo a su yo más joven al inicio de su carrera literaria, ¿cuál sería?

Que no esté tan preocupado por lo que le pueda ser útil el día de mañana y que no se exija tanto. Que no tenga miedo a procastinar. Que hace muy bien en leer lo que lee, escuchar lo que escucha y ver lo que ve.

¿Qué le gustaría que los lectores se llevaran consigo después de leer "Punto y seguido"?

Sea lo que sea, me encantaría conversarlo con ellos.