Internacional

Marruecos cierra la aduana con Melilla "hasta nueva orden"

El cierre se produce seis meses después de su reapertura parcial y ha sido comunicado de forma unilateral por Rabat. Empresarios y autoridades locales denuncian el impacto económico y acusan al Gobierno de “debilidad diplomática”.

Melilla Vista del Puerto de Melilla desde el mar Mediterráneo.
photo_camera Melilla Vista del Puerto de Melilla desde el mar Mediterráneo.

Marruecos ha ordenado el cierre indefinido de la aduana comercial de Beni-Enzar, en la frontera con Melilla, apenas seis meses después de su reapertura parcial. La decisión, comunicada de forma unilateral por las autoridades marroquíes, ha provocado una fuerte reacción en la ciudad autónoma, donde empresarios y representantes políticos denuncian la “asfixia” económica provocada por Rabat y la pasividad del Gobierno central.

La medida llega en plena Operación Paso del Estrecho (OPE), el mayor dispositivo de tránsito migratorio entre Europa y África, y se justifica oficialmente por “motivos logísticos” relacionados con la alta afluencia de viajeros. Sin embargo, desde la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME‑CEOE) se señala que el cierre “no es coyuntural, sino una decisión política que vuelve a dejar a Melilla aislada y sin capacidad exportadora”.

Unilateralidad y opacidad en la decisión

El aviso del cierre fue comunicado por Marruecos en francés y sin negociación previa, según fuentes oficiales. Desde el Ejecutivo marroquí se insiste en que el acuerdo con España contempla la posibilidad de “adaptar” el funcionamiento de la aduana durante la OPE, algo que el Gobierno español ha confirmado a través del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien niega que se trate de un “cierre definitivo”.

Pese a ello, en Melilla la percepción es muy distinta. El presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda (PP), ha calificado la situación de “inadmisible” y ha reclamado al Gobierno de Pedro Sánchez “mayor firmeza y compromiso con los intereses nacionales”. A su juicio, “la aduana puede coexistir perfectamente con la Operación Paso del Estrecho si existe voluntad política por parte de Marruecos”.

La delegada del Gobierno y la realidad sobre el terreno

Por su parte, la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha asegurado que la instalación fronteriza “está operativa” y que en los últimos días se ha permitido la entrada de productos como sandías y melones desde Marruecos. Estas declaraciones han sido recibidas con escepticismo por parte del empresariado local, que insiste en que el problema no es la importación, sino la total paralización de las exportaciones españolas.

“En Marruecos nada se mueve sin autorización del rey. Si se ha cerrado la aduana es porque hay una decisión clara de frenar el desarrollo económico de Melilla”, afirma Enrique Alcoba, presidente de CEME‑CEOE.

Impacto económico directo y creciente malestar social

El cierre afecta principalmente a pequeñas y medianas empresas que dependen del tránsito diario de mercancías. La falta de certezas sobre la reapertura de la aduana ha generado una profunda incertidumbre económica y ha reactivado el debate sobre la viabilidad de los acuerdos alcanzados entre España y Marruecos en 2022, tras el giro diplomático del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental.

Desde la oposición y colectivos empresariales se alerta de un deterioro progresivo del tejido productivo melillense, que ya sufrió años de parálisis comercial desde 2018. El actual bloqueo, según indican, puede suponer “un punto de no retorno” para muchas actividades que aún intentaban sobrevivir tras la pandemia.

Reclamaciones y exigencias al Gobierno central

La situación ha llevado a numerosas voces institucionales y sociales a exigir al Ejecutivo español una revisión urgente de los acuerdos con Marruecos y una respuesta diplomática “proporcional y contundente”.

“La frontera no puede estar a merced de los intereses del Reino de Marruecos. España no puede permitirse mirar hacia otro lado mientras se deteriora uno de sus territorios más vulnerables”, afirman desde la Asamblea de Melilla.

Mientras tanto, el Ejecutivo mantiene que la situación está “dentro de los márgenes del acuerdo vigente” y descarta, por ahora, adoptar medidas de presión. La ambigüedad en la respuesta oficial contrasta con la gravedad de las consecuencias sobre el terreno.

¿Una estrategia deliberada de Rabat?

Aunque no hay declaraciones oficiales desde Rabat que confirmen un cambio estructural, diversos analistas advierten que Marruecos podría estar ejerciendo presión para condicionar la política española sobre el Sáhara Occidental o para reforzar su influencia sobre Ceuta y Melilla. El hecho de que el tránsito de personas no se haya visto afectado refuerza la idea de un bloqueo económico selectivo.

En palabras de Enrique Alcoba, “esto no es una coincidencia ni una cuestión técnica. Es una estrategia. Y mientras no se reaccione con contundencia desde Madrid, seguiremos pagando las consecuencias en Melilla”.