Madrid ha dado un paso firme hacia la regeneración urbana de sus barrios más antiguos con la firma de un protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento y el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España, destinado a reforzar el Plan Regenera Madrid, la gran estrategia municipal para intervenir en los tejidos residenciales consolidados anteriores a 1985.
El acuerdo, firmado por el delegado de Políticas de Vivienda, Álvaro González, y la decana territorial del Colegio de Registradores de Madrid, Belén Merino, establece un marco de cooperación institucional y técnica que facilitará la regularización registral de los suelos públicos, especialmente en espacios interbloques, históricamente excluidos de actuaciones urbanas por la falta de seguridad jurídica sobre su titularidad.
Una medida que afectará a más de 1,2 millones de viviendas y beneficiará a cerca de 2,6 millones de madrileños, en un ámbito de actuación que abarca más de 85 km², equivalente al 60 % del suelo residencial consolidado de la capital.
“Ahora, gracias a este acuerdo con los registradores, damos un paso más para desbloquear una intervención histórica en los espacios interbloques de nuestros barrios, donde antes no hemos podido hacer obras por su incertidumbre jurídica”, ha destacado González.
El protocolo contempla una intervención en dos fases: la primera consistirá en el análisis de titularidades y delimitación jurídica de las fincas; la segunda, en la inscripción registral de las mismas una vez aprobados los instrumentos de planeamiento urbanístico pertinentes. Esta tarea permitirá realizar actuaciones urbanas integrales sobre espacios que, hasta ahora, habían permanecido al margen por su indefinición legal.
Por su parte, el Colegio de Registradores se compromete a proporcionar asesoramiento técnico y jurídico, así como a facilitar el acceso del personal municipal acreditado a la información registral, coordinar con los registros afectados y canalizar sugerencias para optimizar la colaboración interinstitucional.
Además, el acuerdo contempla la creación de canales estables de comunicación, formación especializada para los equipos técnicos y el intercambio de buenas prácticas, con el fin de mejorar continuamente la ejecución del plan y su impacto en el urbanismo madrileño.
“Durante décadas, la falta de definición jurídica de estos espacios ha sido un freno para la acción municipal. Ahora podremos avanzar en una reordenación efectiva, segura y legalmente sólida, que permitirá recuperar espacios para el uso y disfrute de los vecinos. Esto es regeneración urbana real”, ha subrayado González.
El protocolo, de carácter no obligacional pero con efectos prácticos directos, es un instrumento clave para hacer viable la transformación urbana en barrios construidos entre los años 50 y 85, muchas veces con configuraciones urbanísticas obsoletas y sin documentación registral clara. La posibilidad de intervenir en estos espacios permitirá mejorar la accesibilidad, el arbolado, las zonas verdes, el mobiliario urbano y la conectividad peatonal, con una visión de ciudad más sostenible y cohesionada.
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento de Madrid y el Colegio de Registradores reafirman su compromiso con una ciudad más habitable, inclusiva y jurídicamente ordenada, sentando las bases para un modelo de regeneración urbana sostenible y replicable en otras zonas con características similares.