Economía

Los concursos de acreedores se disparan un 87,6 % en un solo año

El número de concursos de acreedores se ha disparado a niveles nunca vistos desde que existen registros: más de 15.000 procedimientos en solo tres meses. Un crecimiento del 87,6 % que pone contra las cuerdas al tejido empresarial.
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Las cifras no engañan. El tejido empresarial español, especialmente el de las microempresas, atraviesa una tormenta perfecta. Mientras el discurso oficial repite que “España va bien”, los datos que acaba de publicar el Colegio de Registradores revelan una realidad mucho más dura: 15.384 concursos de acreedores se registraron en el primer trimestre de 2025. Es el peor dato histórico en este indicador. Peor incluso que en la crisis de 2013. Peor que durante la pandemia. Peor que nunca.

Un crecimiento descontrolado de las insolvencias

Los datos no admiten matices. En solo doce meses, los concursos han subido un 87,6 % respecto al mismo periodo de 2024, cuando ya eran preocupantes. Pero la comparación con el primer trimestre de 2018 —justo antes de que Pedro Sánchez llegara al Gobierno— es aún más reveladora: entonces se registraron 1.621 concursos. Hoy, nueve veces más.

Evolución del número de concursos (1er trimestre):

  • 2022: 3.714.
  • 2023: 6.509.
  • 2024: 8.199.
  • 2025: 15.384.

El deterioro es sostenido. El crecimiento acumulado desde 2018 supera el 849 %, y según fuentes del propio Colegio de Registradores, no se prevé un freno en los próximos trimestres.

¿Quiénes están cayendo? Las microempresas

Aunque los concursos afectan también a medianas y grandes empresas, el perfil más habitual del concursado es una micropyme o un autónomo: el 89,2 % de los casos registrados en el primer trimestre corresponden a personas físicas, muchas de ellas empresarios por cuenta propia. El 48,3 % de las empresas concursadas facturaban menos de 250.000 €, y el 43,8 % tenía dos trabajadores o menos.

El 23 % de las empresas concursadas no tenía ningún empleado según el Colegio de Registradores y la Estadística del Procedimiento Concursal.

Las causas: un cóctel letal de costes, presión fiscal y falta de liquidez

Expertos y organizaciones empresariales coinciden en señalar una combinación de factores:

  • Subida del salario mínimo interprofesional, que ha encarecido las nóminas más bajas.
  • Incremento de las cotizaciones sociales: según CEPYME, el coste empresarial ha crecido un 57,5 % desde 2018.
  • Inflación persistente, que ha tensionado los precios de suministros y materias primas.
  • Tipo de interés elevado, que dificulta el acceso al crédito.
  • Retirada de las ayudas y moratorias post-pandemia, que mantenían a flote a muchas empresas zombis.

Cada uno de estos factores por separado sería asumible, pero su coincidencia ha asfixiado los márgenes de las pequeñas empresas. Y cuando no hay margen, se cierran las puertas.

Un círculo cuya inercia parece no tener fin

El problema va más allá de las cifras empresariales. Las consecuencias se traducen en miles de puestos de trabajo perdidos, caída de la recaudación fiscal y aumento del gasto público en prestaciones por desempleo.

“Menos empresas = menos empleo. Menos empleo supone más paro y menos recaudación. Más paro trae un mayor gasto público y menos solvencia.” 

De hecho, el gasto en prestaciones ya roza los 25.000 millones de euros anuales, en cifras similares a las del año 2021 en plena pandemia.

¿Y ahora qué?

La solución no parece a la vista. Desde el Ministerio de Economía se insiste en que “la economía española crece”, pero lo cierto es que el tejido productivo se está erosionando por su base. Las voces críticas piden:

  • Rebajar la presión fiscal y social sobre las pymes.
  • Reactivar líneas de crédito blandas y herramientas de refinanciación.
  • Una reforma urgente del marco concursal para facilitar acuerdos extrajudiciales.

Madrid en datos: análisis regional de la crisis concursal

Madrid frente a la media nacional

Según el Consejo General del Poder Judicial, durante el primer trimestre de 2025 se registraron:

  • 18.017 concursos en toda España, un 37 % más que en 2024. 
  • De ellos, 15.833 correspondieron a personas físicas no empresarias, con un aumento del 44 % sobre el mismo trimestre de 2024.

Por comunidades, Madrid se situó como la segunda con mayor número de concursos —2.839—, solo por detrás de Cataluña (3.656). 

Comparativa con otras regiones

  • Cataluña: 3.656 concursos – alrededor del 23 % del total nacional.
  • Madrid: 2.839 casos.
  • Andalucía: 2.338 concursos.
  • Comunidad Valenciana: 1.866 concursos.

Esto convierte a Madrid en una de las regiones más afectadas, concentrando cerca del 16 % de los procedimientos concursales a nivel estatal, pese a representar un 13 % de la población total. Siendo la Comunidad de Madrid uno de los focos principales de la devastación empresarial entre enero y marzo de 2025:

  • Ocupa el 2.º lugar absoluto en concursos totales.
  • Excede la media nacional en índice absoluto y se coloca por delante de regiones más pobladas como Andalucía o Valencia.
  • La crisis concursal no es homogénea: Madrid acusa una fuerte incidencia en números absolutos dado que su tejido económico es denso en micropymes y autónomos.

Necesitamos menos discursos, más realismo

Mientras se proclaman buenos datos macroeconómicos desde el Ejecutivo, la economía real, la de la calle, la de la empresa familiar, no aguanta más. La explosión de concursos de acreedores en 2025 no es una anomalía estadística: es la evidencia de que España no va como un cohete, sino más bien como un globo pinchado que pierde aire con cada autónomo que baja la persiana.

Las quiebras ya no son la consecuencia. Son el síntoma de un modelo que se agota.