El 73% de las empresas de comercio minorista considera la escalada de los precios como el principal inconveniente al que deben hacer frente. Así se desprende del Observatorio de Competitividad Empresarial dedicado al comercio minorista realizado por la Cámara de Comercio de España. El estudio se basa en una encuesta realizada durante la primera mitad de 2023 entre 400 empresas del sector de todo el territorio nacional.
Tras la inflación, los principales problemas señalados por las pymes del comercio minorista son las dificultades para el abastecimiento (34%) y la baja demanda (32%). Otros inconvenientes como las ventas directas de fábrica, los impagos de clientes, las ventas ambulantes ilegales y los problemas de financiación se han mantenido en torno al 10%.
Los problemas que acucian al comercio minorista explican que, a pesar de que el 62% de las empresas del sector mantuvo o incrementó las ventas en el primer semestre del año y prácticamente el 90% mantuvo o incrementó el empleo, sus perspectivas para los próximos doce meses son negativas. Así, un 52% de las empresas del sector se mostraban pesimistas respecto a la evolución de sus negocios en 2024.
Entre las medidas que contribuirían a aliviar la situación del sector en el medio plazo, el 82% de las empresas señala la relajación de la presión fiscal. A mucha distancia, figura recibir una mayor información sobre normativas y subvenciones (36%), avanzar en la uniformización del contexto regulatoria (14%) o acceder a programas formativos (14%).
Los resultados, sin embargo, varían en función del tamaño del comercio. Así, hasta el 45,6% de las microempresas disminuyeron sus ventas en el primer semestre de 2023, porcentaje que desciende hasta el 27,6% en el caso de las empresas de 10 a 49 empleados y hasta el 19,4% en las de más de 50 contratados. Por el contrario, solo el 22,6% de los comercios con menos de 10 empleados incrementó sus ventas en el primer semestre del año pasado, frente a un aumento de la facturación superior al 47% en las empresas de más 50 trabajadores.
Igualmente, las expectativas para los próximos doce meses difieren notablemente en función del tamaño del comercio. Las perspectivas son negativas para el 58% de las empresas con menos de 10 empleados, mientras que el sentimiento pesimista afecta solo al 25% de los comercios con más de 50 empleados.
Asimismo, los factores de riesgo se aprecian de manera distinta entre las pequeñas, las medianas y las grandes empresas. Por ejemplo, el incremento de los precios es el inconveniente más preocupante para el 86% de las empresas de entre 10 y 50 trabajadores, frente al 78% de las de más de 50 empleados y al 64% de las de menos de 10.
Por otro lado, todas las empresas, con independencia de su tamaño, consideran la relajación fiscal como la medida prioritaria para mejorar su situación, aunque esto sucede en mayor medida para las pymes de menos de 50 trabajadores (83%) y las de más de 50 (70%), que en las microempresas (38%).