Según el Banco de España las familias ahorran más, pero el consumo se frena

Los hogares españoles acumulan un colchón financiero mayor, aunque el miedo al futuro y la incertidumbre económica explican en gran parte este repunte del ahorro.

Sede del Banco de España desde la plaza de Cibeles - Foto del Banco de España
photo_camera Sede del Banco de España desde la plaza de Cibeles - Foto del Banco de España

El último informe del Banco de España refleja una realidad que puede interpretarse en dos direcciones: los hogares han mejorado su posición financiera y cuentan con más dinero disponible, pero el incremento del ahorro se produce en gran medida a costa del consumo.

Según el organismo supervisor, la renta de las familias creció en 2024 y la tasa de ahorro alcanzó el 13,6 % de la renta disponible, el nivel más alto desde 2021. Sin embargo, los datos del primer trimestre de 2025 muestran un retroceso: los hogares solo reservaron el 4,8 % de sus ingresos, frente al 6,9 % del mismo periodo del año anterior.

“Los indicadores de vulnerabilidad financiera se sitúan cerca de mínimos históricos”, señala el Banco de España en su informe sobre la situación financiera de familias y empresas. Esto significa que, en términos generales, los hogares tienen menos riesgo de sobreendeudamiento que en etapas pasadas.

Más ahorro, pero por precaución

El aumento del ahorro no responde a una sensación de riqueza, sino más bien a una actitud de cautela. La persistencia de la inflación, la incertidumbre laboral y el temor a nuevas subidas de impuestos empujan a muchas familias a guardar más dinero del habitual.

Los datos de depósitos bancarios lo confirman: las entidades financieras registran un crecimiento sostenido de los fondos a la vista, mientras que la concesión de crédito a empresas y particulares avanza con mayor lentitud.

Endeudamiento bajo control

La deuda de los hogares españoles también ofrece un respiro. Aunque en términos absolutos se mantiene estable, la ratio deuda/renta disponible ha caído, lo que indica que los ingresos crecen más rápido que los compromisos financieros.

Según el informe del Banco de España, “la carga financiera de las familias se ha reducido gracias al incremento nominal de la renta y a unas condiciones de financiación menos gravosas”.

El lado negativo: el consumo se ralentiza

Este mayor colchón financiero tiene un reverso: el consumo privado se resiente. Las familias gastan menos, y ese freno se traslada al conjunto de la economía. Con un consumo debilitado, el Producto Interior Bruto pierde uno de sus principales motores de crecimiento.

Los expertos advierten de que, si el ahorro se concentra en depósitos a corto plazo y no se canaliza hacia inversión o gasto productivo, el efecto positivo sobre la economía será limitado.

¿Qué significa para los ciudadanos?

  • Ventaja: mayor seguridad financiera para los hogares, que afrontan mejor posibles imprevistos.
  • Riesgo: si se mantiene la contención del gasto, el crecimiento económico puede resentirse y trasladar la presión a empleo y empresas.
  • Consejo generalizado: ahorrar sigue siendo recomendable, pero conviene diversificar, aprovechando la renta fija y fondos de inversión que hoy ofrecen rentabilidades razonables.

Una fotografía con claroscuros

En resumen, España vive un momento de fortaleza financiera relativa de sus hogares, con menos riesgo de sobreendeudamiento y un nivel de ahorro superior al de los últimos años. Pero no es un ahorro que nazca del optimismo, sino del temor a un futuro incierto.

Para el Banco de España, la clave será comprobar si este dinero se transforma en inversión y consumo cuando mejore la confianza. Hasta entonces, la economía camina en equilibrio entre la prudencia de las familias y la necesidad de crecimiento del país.