El Primero de Mayo de 2025 toma forma este lunes 21 de abril con la presentación oficial de su campaña por parte de los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y UGT, Pepe Álvarez. En un encuentro con los medios a las 11:00 horas, desvelarán el lema y las principales reivindicaciones de una jornada que promete estar marcada por la demanda de reducción de la jornada laboral sin merma salarial.
Ambos sindicatos han hecho de esta medida una de sus principales banderas, presionando para que la reducción de las actuales 40 horas semanales a 37,5 se materialice antes de que finalice el año, tal y como se pactó en el acuerdo de coalición entre Sumar y PSOE.
Aunque el anteproyecto fue aprobado en primera vuelta en el Consejo de Ministros a comienzos de año, la tramitación se encuentra estancada, debido a la falta de apoyos parlamentarios. Ni Junts ni el PP respaldan la medida por el momento, lo que complica su aprobación definitiva en el Congreso.
Ante esta situación, tanto CCOO como UGT han advertido de que intensificarán su movilización en las calles para trasladar el debate a la opinión pública y presionar a los grupos parlamentarios. Aseguran que quieren hacer de esta propuesta una cuestión de “coste electoral” para quienes la rechacen, convencidos de que la mayoría de la ciudadanía apoya una jornada laboral más corta.
Además de esta reivindicación central, los sindicatos aprovecharán el 1 de mayo para recordar otros compromisos pendientes, como la reforma del despido prometida por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. El objetivo, aseguran, es que el despido sea más reparador y resarcitorio, una exigencia que incluso ha sido respaldada en parte por el Comité Europeo de Derechos Sociales.
Por otro lado, la preocupación por el auge de los populismos de extrema derecha también estará presente en sus discursos. UGT y CCOO han señalado el riesgo que suponen estas corrientes políticas, especialmente en un contexto internacional marcado por la inestabilidad económica, los conflictos geopolíticos y las consecuencias de la nueva guerra arancelaria abierta tras el regreso de Donald Trump al escenario internacional.
Este Primero de Mayo llega, por tanto, cargado de reivindicaciones, advertencias y una fuerte carga política en un año decisivo para las reformas laborales comprometidas por el Gobierno de coalición.